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Piden al rector de UAEM intervenir ante injusticias contra médicos residentes en el ISSEMYM

Piden al rector de UAEM intervenir ante injusticias contra médicos residentes en el ISSEMYM

 Toluca, Mex. Ante graves faltas a la Legislación universitaria y su falta de ética y responsabilidad como docentes,  los médicos Juan Carlos Saavedra Soto y Héctor O. Malagón Hidalgo, podrían enfrentar demanda legal, tras haber sido denunciados ante autoridades de la Universidad Autónoma del Estado de México y la Comisión de Derechos Humanos de la entidad, así como Directivos del Centro Medico ISSEMYM, quienes no lograron llegar a la conciliación tras las quejas interpuestas por los alumnos de la facultad de Medicina, residentes de Cirugía Plástica y Reconstructiva.

Carlos Daniel Altamirano Bautista, alumno de la Facultad de Medicina de la UAEM y residente en el ISSEMYM ha iniciado una lucha legal, con el respaldo del bufete Jurídico GAP, contra la injusticia manifiesta y probada de estos sujetos, y extiende un llamado a la comunidad universitaria académica y estudiantil, en particular al Rector Jorge Olvera García para revisar su caso y permitirle recobrar sus derechos académicos, evitando la invalidación de matrícula.

De igual manera se reitera la petición al H. H. CONSEJO DE GOBIERNO DE LA UNIVERSIDAD AUTONOMA DEL ESTADO DE MEXICO, para retomar el asunto apropiadamente y obtener respuesta pronta a la queja interpuesta desde agosto del año pasado, pues pese a la recomendación emitida por este grupo colegiado, para conciliar las partes y lograr un acuerdo, siguen negándose rotundamente los profesores mencionados.

Estos médicos han incurrido en falsedad de declaraciones respecto a su atención al dictamen emitido por el Honorable Consejo, faltan además al cumplimiento cabal de la legislación universitaria,  violándose diversos conceptos, entre ellos el coartar el derecho a exponer clases de Carlos Daniel y con ello quitarle toda posibilidad de obtener una calificación aprobatoria.

Héctor Omar Malangón, Titular del Curso de Especialidad y jefe del Servicio de Cirugía Reconstructiva y Maxilofacial, ha originado inconformidades diversas entre los alumnos, igual Juan Carlos Saavedra Soto, profesor de la clínica de mano, quienes maltratan constantemente a los médicos residentes asignados al Centro Médico ISSEMYM, por lo cual, ambos fueron denunciados ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM/TOL/1042/2014) en agosto del 2014.

La queja se interpuso por su extraña y agresiva actitud en contra de algunos  médicos residentes, a quienes agredieron física, verbal y psicológicamente, tratándolos ofensivamente frente a los pacientes y personal del Hospital, quienes varias veces atestiguaron sorprendidos como se referían a sus alumnos como “inútiles, pendejos, retrasados mentales, etc.”; llegándose a extremos incomprensibles al herir físicamente a uno de ellos con un utensilio quirúrgico, siendo peligrosamente  expuesto al riesgo de infección.

Lamentablemente los funcionarios y autoridades universitarias asignados al caso, no han logrado conciliar, al contrario, indico el abogado Guillermo Galeana Montes de Ocas, quien explicó parte del procedimiento legal radicado en el juzgado del 1er Distrito, marcado como el 1660/2015-II, para obtener un amparo; además, dijo,  analizan  el procedimiento contra los funcionarios que parecen estar del lado de quienes con sus atropellos faltan a los derechos universitarios y al espíritu humanista de la máxima casa de estudios; por tanto, el médico residente Carlos Daniel ha optado por acudir a instancias de mayor jerarquía para exigir le permita concluir sus estudios y ser evaluado de manera imparcial, objetiva, sin represalias ni discriminación alguna.

El asunto ha tomado cursos legales fuera de la legislación universitaria, ignorada y pasada por alto en este asunto, según apreciación de la doctora Carmen Álvarez Lobato, directora de estudios avanzados de la UAEM, quien tuvo conocimiento del conflicto y reconoció que la situación no era tan compleja y podía resolverse mediante conciliación, sin embargo dadas las circunstancias y tiempos no tiene ya posibilidad de intervenir.

De la misma manera se manifestó en su momento el secretario particular del Rector; Licenciado en Derecho,  Yoab Osiris Ramírez Prado, quien reconoció que tales profesores no podían representar a la UAEM con sus comportamientos y era indispensable solucionarlo de la mejor manera. Con iguales respuestas se manifiestan en otras áreas universitarias, no obstante el caso sigue estancado, no ha sido resuelto como corresponde, por lo tanto el joven universitario ha decidió emprender defensa y exigencia de sus derechos y garantías individuales ante otras instancias y con otros procedimientos legales y hacer publica sus peticiones mediante Carta Abierta.

Las evidencias recabadas durante este proceso exhiben acciones y omisiones graves por parte de funcionarios de la UAEM, en particular el director de la Facultad de Medicina, Doctor Mario Alfredo Jaramillo García y varias autoridades del ISSEMYM, quienes con su actuar perjudican seriamente los derechos de Carlos Daniel, causándome daño moral y patrimonial irreparable, colocándolo en serio riesgo de dañar y perder su futuro como Cirujano Plástico, carrera en la que ha invertido más de una década de esfuerzo.

La situación lamentablemente no es un caso aislado, es solo un botón que muestra tristemente una realidad padecida cotidianamente por decenas, tal vez cientos de médicos residentes, quienes son sometidos a duras pruebas, exigencias, humillaciones y maltratos de toda índole, presiones que repercuten en un rendimiento de bajas proporciones, pues según estimaciones a nivel nacional, cada año 25 mil médicos residentes realizan su examen, de estos solo 2 de cada 10 R1 en cualquier especialidad, logran pasar el examen.

El estado de México lamentablemente no está libre de tal problemática, los médicos residentes, en prácticamente todas las áreas del sector salud, padecen las consecuencias de un hostigamiento que los docentes han convertido en un modo de enseñanza tradicional y parecen aplicarla con gusto y provecho personal, aunado al sistema de evaluación ponen en total desventaja e indefensión a los residentes, de ahí la denuncia pública y el llamado a las autoridades universitarias para revisar esta situación generalizada, pues representa para muchos universitarios el fin de sus ilusiones, la frustración y el verse obligados a buscar, (si aún tienen posibilidad económica y ganas) otra opción para continuar su afán de convertirse en profesionistas.

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