Columna La Mayoría Silenciosa

Nadie está a favor de Enrique Peña por convicción, la gente que pertenece al sistema, empresarios, políticos, medios de comunicación en su mayoría están cansados del país que tenemos, la inseguridad y la crisis los alcanzó, por eso están molestos; no ven con buenos ojos las reformas; los gasolinazos, la reforma educativa y la corrupción acabaron con la poca credibilidad del presidente.

Por mucho que la presidencia de la República haya puesto un plan en marcha para presumir los logros de Peña entre lo que destaca la inversión extranjera, el crecimiento de empleos y las reformas que ellos ven con buenos ojos, pero La Mayoría Silenciosa los ve pésimos.

Hay mucha gente que trabaja en hacer hasta lo imposible para mostrar que hay trabajo; la verdad es que Peña desde que era gobernador demostró que hace muchas obras, pero pide dinero prestado, por tanto, genera deudas de manera irresponsable, y si no me creen chequen cómo ha crecido la deuda en sus 5 años de gobierno.

Los que apoyan su trabajo y gestión no lo hacer por conciencia. Lo están porque se benefician de alguna manera, el sistema oficial ha sido astuto en expandir sus apoyos en los estados y municipios de tal manera que hay una red muy grande de apoyo al PRI-gobierno, muchos burócratas que tiene un estilo de vida más o menos aceptable, a cambio de tener lo que muchos no tienen (recordemos que hay más de 55 millones de pobres) creen ciegamente en el gobierno.

A través de muchas décadas así ha funcionado el sistema, de ahí que la burocracia no conozca otras maneras de sobrevivir, aunque muchos tienen consciencia del mal gobierno prefieren permanecer por temor o incapacidad para enfrentarse la vida profesional en la iniciativa privada, con más exigencias de las podrían sortear.

Los partidos de oposición son parte de ese sistema juegan un papel muy cómodo no aspiran a ganar porque viven muy bien así, no sufren el desgaste de gobernar a La Mayoría Silenciosa, muchos están llenos de vividores que ni votos les consiguen, se reparten las pocas posiciones de valor en las cúpulas.

Pero hasta ellos se cansaron, ahora quieren gobernar, ven la oportunidad en la debilidad del PRI-Gobierno, igual que cuando Fox la vio y metió al acelerador a fondo, lo que no saben es que La Mayoría Silenciosa estuvo y ahora está de acuerdo.

Los empresarios son cosa aparte, están molestos por que la inseguridad los alcanzó ya no son libres, viven presa del miedo, se ven obligados a contratar seguridad privada; aunado a ello, sus ganancias bajaron considerablemente, tiene que usar patrullas para transportar mercancías, subió la gasolina y por lo tanto sus costos, ellos van con quién les aseguré más ganancias.

La Mayoría Silenciosa también está agotada, el peligro de usar las armas contra nosotros en un acto de rebeldía por parte del gobierno y su ley de seguridad interior hace más peligroso el tema, están jugando con fuego. A ver a cómo nos toca, nosotros en las urnas ellos en las armas.

Cuando el precandidato y seguro candidato del PRI inicia su andar en las campañas con discursos demagogos y apartados de la realidad, La Mayoría Silenciosa está clara que viene la continuidad del mismo sistema de gobierno, que las cosas no van a cambiar y que, cuándo pensamos que ya no podía venir algo peor, siempre hay alguien que supera al anterior.

México está en deuda con el PRI. Fueron las palabras de José Antonio Meade, increíble que lo haya dicho, La Mayoría Silenciosa se muere de vergüenza de tener un gobierno así que, con tanta riqueza natural, nos tiene sumidos en la pobreza y el tercer mundo. Con buenos gobiernos seríamos un país mucho más desarrollado, pero su mediocridad no les permite alcanzar las grandes ligas, el primer mundo. El PRI tiene una deuda muy grande con México, no lo ha sabido gobernar a pesar de los 80 años de oportunidades. Ni modo otro que vive en su mundo de cristal.

Todos los recursos que está utilizando el Ayuntamiento de Toluca para desviar la atención de la deuda que tiene que pagar por embargo a las cuentas, debido a una obra que se realizó en la administración de María Elena Barrera Tapia, bien podrían servir para contratar mano de obra calificada al momento de dar mantenimiento a la ciudad.

Los baches, recortar el césped en los parques, el alumbrado y la recolección de basura son acciones que hace gente que no tiene la capacitación necesaria para entregar un buen trabajo; entre La Mayoría Silenciosa corre el rumor de que los hermanos de Fernando Zamora se encargan de hacer estos trabajos por medio de empresas a su cargo, pero su labor es pésima, estamos investigando y pronto daremos detalles de ¿quiénes son y cómo lo hacen?

“Analizar” ni de chiste se puede pensar, amnistía para los criminales es un absurdo, Andrés Manuel López Obrador debió pensar bien antes de hablar, porque si de algo está cansado México de la impunidad que prevale en todo el territorio y a todos los niveles. No importa si son políticos o criminales todos están impunes, La Mayoría Silenciosa sabe que las cárceles están llenas de gente que no tiene dinero para comprar su libertad, todos los demás están libres.

Errores como este han causado que el tabasqueño pierda ventajas grandes y no llegue a la presidencia de la República, digo aunado a otros errores políticos, pero si Andrés Manuel esta vez quiere llegar a Los Pinos es momento de que haga propuestas más sensatas y deje de andar buscando la paz en donde no se necesita, sería mejor que diseñe un plan para darle seguridad a la población.