SER AMERICANISTA
Una profesora de primer grado, en algún lugar de México, explicaba en clase que ella era una fanática seguidora del América. Ante ello, pidió a los alumnos que levantaran la mano en caso de ser también seguidores de las aguilas. Todos en clase, por temor a represalias por parte de la maestra, levantaron la mano diciéndose aguilas, excepto una niña del fondo de la clase…
La profesora miró a la niña con sorpresa y le dijo: -Lupita ¿por qué no has levantado la mano?- “Porque no soy fanática del Amércia”, respondió la alumna.
Con extrañeza, la profesora lanzó otra pregunta…