Tiene varias semanas que circula una versión entre los círculos políticos acerca de la nueva rectora de la Universidad Autónoma del Estado de México: hubo una reunión en Palacio de Gobierno con trato preferencial a la aspirante, Patricia Zarza, donde todas las aspirantes fueron convocadas para elegir y negociar posiciones, con la finalidad de terminar el conflicto universitario lo más pronto posible.
Todas, excepto una, que a la postre se arrepintió y negoció a través de un exrector, aceptaron negociar y pidieron posiciones para terminar con el problema que había suscitado la designación de Eréndira Fierro impuesta por el anterior Rector, Carlos Eduardo Barrera.
Recordemos que el consejo universitario ya había designado a Isidro Rogel como encargado de despacho por tres meses, encargado que pertenecía al mismo grupo, lo cual, también causó inconformidad y agudizó el paro de los estudiantes. Se tiene conocimiento, por diversas versiones, que el grupo dirigente de la UAEMéx caminaba a paso de tortuga para terminar el proceso de elección de rectora; solamente había dos caminos, Isidro Rogel se convertía en héroe y solucionaba el conflicto, sacaba adelante la votación para elegir rectora o se enquistaba en la Rectoría hasta donde diera el conflicto.
Tal parece que a medias, el encargado de despacho, cumplirá con la encomienda, sacará adelante la votación, pero no pudo solucionar el conflicto, debido a que se convirtió en un interlocutor no válido para los estudiantes y, no pudo prolongar mucho el conflicto, por tanto, antes de cumplir los tres meses que le dieron de plazo, dejará su lugar a una rectora.
Como hemos mencionado antes, todo indica que Paty Zarza es la aspirante que más posibilidades tiene para encabezar la Rectoría de la Máxima Casa de Estudios mexiquense. Aunque, al igual que las otras aspirantes, se mostró al margen del conflicto universitario, tendría que pasar algo extraordinario o un cambio de línea para evitar su llegada.
Las aspirantes entran en un periodo para negociar y sumar puntos, el diálogo y la negociación son importantes en esta etapa, quienes tienen más experiencia se han acercado a Zarza, saben que llegó la hora de negociar, pero ella misma, debe buscar a los líderes que están apoyando el paro para hacer lo propio.
Independientemente de quién llegue, el paro sigue, y la primera tarea para la nueva Rectora es dialogar con los estudiantes para terminar el conflicto, hacer compromisos palpables, tener una buena comunicación con la comunidad universitaria y avanzar en una nueva legislación universitaria a través del Congreso del Estado de México. Además de sacar adelante el semestre en curso para que los estudiantes no se atrasen en sus evaluaciones y planes de estudio.
La universidad tiene una deuda con los mexiquenses, mayor cobertura en el territorio, ampliar su matrícula para que los jóvenes tengan acceso en lugar de pagar en escuelas afines, pero lo más importante, dejar atrás los episodios de corrupción que empañaron su historia, mismo que por cierto no se castigaron.
Exhiben caso de corrupción en gobierno de Delfina Gómez
Es una pena lucrar con los deportistas, pero es más penoso si una de las banderas de tu partido es terminar con la corrupción y, tú las prácticas, ese es el caso de la Secretaría de Educación del Estado de México a cargo de Miguel Ángel Hernández Espejel y, del Instituto del Deporte del Estado de México en manos de Manuel Sotomayor, quienes hacer firmar cheques a los atletas de Tae Kwon Do para luego recogerlos, situación que denunció la revista Proceso. Lo más penoso del caso, es que ni los funcionarios han dado su versión de los hechos, ni la gobernadora ha mencionado el caso ni por error.
Esta no es la primera dependencia que tiene señalamientos por corrupción. En el ISSEMyM el encargado del órgano de control interno, Victorino Barrios, anuncia su renuncia, pero indica que se percibe un alto grado de corrupción en la dependencia por imposiciones directas de Palacio de Gobierno.
Es una pena que, por este tipo de casos, México se encuentre entre los países con mayor percepción de la corrupción, acompañado de países como Uganda, Venezuela, Madagascar, Gabón y Haití. Seis años de gobierno de Andrés Manuel López Obrador y no pudo o no quiso acabar con la corrupción ni dentro ni fuera de su gobierno. Una cosa es el discurso y otra, muy diferente a las estadísticas, los números no mienten.
Lo malo es que La Mayoría Silenciosa ha normalizado la corrupción y los gobiernos son indiferentes a los casos que se presentan, mientras haya impunidad las cosas seguirán igual o se pondrán peor.