Por Raúl González Nova
Almoloya de Juárez, Estado de México, 18 de agosto de 2025. –
En Almoloya de Juárez la paciencia ciudadana se agota. Mientras el presidente municipal #AdolfoJonathanSolísGómez presume obras y compromisos en el discurso, en la realidad los habitantes de la #ColoniaBellavista enfrentan promesas incumplidas, omisiones y un gobierno municipal que parece más experto en aplazar que en resolver.
El 13 de mayo de 2025, vecinos ingresaron el oficio con folio 1237, solicitando 700 metros de concreto hidráulico para garantizar el traslado seguro de la comunidad. La Dirección de Obras Públicas respondió reduciendo la petición a 500 metros y prometiendo iniciar trabajos en julio. Hoy, a más de tres meses, no hay ni una sola máquina en la zona.
El caso no es aislado. En materia de alumbrado público, el Ayuntamiento solo contestó que “las lámparas se terminaron”, como si la seguridad de la gente dependiera del inventario y no de la responsabilidad gubernamental.
A la par, los vecinos denuncian la venta clandestina de alcohol en la comunidad, lo que ha derivado en riñas, consumo en vía pública y escenas indignantes donde mujeres y niñas son obligadas a convivir con actos de indecencia. El problema fue notificado al municipio con evidencias gráficas, horarios y ubicaciones, pero la única respuesta recibida fue que “lo revisarán con Gobernación”. Mientras tanto, la autoridad mira hacia otro lado y los riesgos crecen cada día.
El delegado comunitario #JuanPabloGuadarramaGuadarrama advierte que la omisión sistemática de la administración municipal está obligando a los habitantes a considerar medidas drásticas como cierres de carretera o denuncias en medios de comunicación.
La crítica es contundente: en Almoloya de Juárez la gente pide soluciones y recibe evasivas; exige obras y recibe excusas; reclama seguridad y recibe indiferencia. El gobierno de Solís Gómez se ha convertido, según los vecinos, en un experto en justificar su inacción.
