· La aplicación constante de humectante contribuye a conservar la hidratación natural de la piel.
· Resulta necesario intensificar las medidas de protección en las zonas más expuestas al ambiente, como manos y rostro.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Estado de México Poniente emite recomendaciones para reforzar el cuidado de la piel durante la temporada invernal, cuando las bajas temperaturas y el ambiente seco favorecen la resequedad cutánea.
La doctora Dora Bojórquez García, especialista en dermatología adscrita al Hospital General Regional (HGR) No. 220, señaló que los grupos de población más susceptibles a presentar alteraciones en la piel son niñas y niños, personas adultas mayores y quienes padecen alguna enfermedad dermatológica, como psoriasis, dermatitis atópica e ictiosis, además de mujeres en etapa de menopausia
Indicó que se recomienda tomar baños rápidos con agua tibia, ya que el uso de agua caliente por periodos prolongados elimina la capa de grasa natural que protege la piel, lo que favorece la resequedad y puede desarrollar o exacerbar padecimientos como la dermatitis seborreica (caspa). Posterior al baño, sugirió secar el exceso de agua y aplicar crema humectante.
La especialista señaló que todo el cuerpo debe humectarse diariamente; sin embargo, es importante reforzar el cuidado en las zonas más expuestas al ambiente, como las manos y el rostro. Ante el lavado frecuente de manos durante el día, recomendó aplicar crema humectante de manera constante para evitar la pérdida de hidratación natural. Para la protección de los labios, aconsejó el uso de pomadas hidratantes que eviten la resequedad y las grietas ocasionadas por el frío.
Durante el invierno, explicó, es común la aparición de acrocianosis al tener contacto directo con agua muy fría, condición que se manifiesta con una coloración pálida o azulada, principalmente en las manos, como resultado de la constricción de los vasos sanguíneos; no obstante, esta alteración desaparece al regularse la temperatura corporal.
Recomendó que, en caso de presentar enrojecimiento, comezón, ardor o entumecimiento, se evite el uso de remedios caseros, ya que pueden agravar la condición o provocar lesiones. Lo indicado es acudir con personal de salud para obtener un diagnóstico oportuno y recibir el tratamiento adecuado.
