Mérida, Yucatán, 8 de julio.— Los ambientalistas del Proyecto Santa María, dedicados al rescate y rehabilitación de loros mexicanos, denunciaron dos casos de aves gravemente lesionadas con químicos al decolorarles las plumas de la cabeza y teñirlas de color amarillo.

Se sabe que los traficantes de loros realizan esta práctica con sustancias químicas para engañar a los potenciales compradores y hacerles creer que están adquiriendo loros de la especie cabeza amarilla (Amazona oratrix), también llamado loro rey, que es más cotizada en el mercado ilegal de aves.
Como se sabe, los loros cabeza amarilla se encuentran en peligro de extinción. Ser una de las especies de psitácidos con mayor habilidad para imitar la voz humana lo pone en riesgo mayor.
Proyecto Santa María denunció que está práctica de decoloración química, desafortunadamente común en otras partes del país, se empieza a ver cada vez más en Yucatán.

Los animalitos que fueron decolorados y que rescataron los ambientalistas son “Limón”, un loro cachetes amarillos, y “Gomita”, un perico pecho sucio. Además, “Gomita” tiene una lesión en una patita.
Ambos loritos se encuentran ya en rehabilitación, recuperando su plumaje y sanando sus lesiones y problemas de conducta.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), además del dolor, los químicos le causan úlceras y lesiones a la piel y las córneas de los ojos y pueden dejarlos ciegos. Se trata de crueldad animal. Muchas aves no soportan el proceso y mueren.
El artículo 420 del Código Penal Federal de México establece sanciones económicas y penas de cárcel para quienes capturen, posean, transporten, compren o vendan ejemplares de especies protegidas, como los loros.
Los loros rescatados por Proyecto Santa María presentan muchas veces daños físicos como fracturas, picaje, mutilación de plumas en alas, y daños psicológicos por el mal manejo o maltrato sufrido durante su cautiverio.