El alcalde de Acapulco, Luis Walton, no sólo ha merecido la condena de la sociedad en general, sino del mismo Congreso de la Unión que hizo un llamado a la Asamblea Legislativa del DF y a los congresos locales, para revisar sus respectivas legislaciones en cuanto a penas por violación y hacerlas más severas para evitar más hechos como el que fueron víctimas seis españolas en el bello puerto.
El munícipe de marras exhibió no sólo torpeza, incapacidad para ocupar un cargo público, sino una vulgaridad insultante para cualquier persona civilizada, pues hechos de violencia de esa y de ninguna naturaleza no deben permitirse en ninguna parte del mundo –aún cuando se considere una utopía- pero que tampoco debe justificarse.
Con su actitud rufianesca, Luis Walton pasó a cuentas también a destacados funcionarios federales que en funciones de gobernadores de sus respectivos estados toleraron o poco hicieron para evitar violaciones a mujeres de sus respectivas entidades, ya sea por acciones de la delincuencia o por la brutalidad policiaca.…