“Otro Día en el Paraíso”
De acuerdo con la Biblia, Adán y Eva fueron los primeros habitantes en el Paraíso y seguramente es ahí adonde nuestras almas justas irán después de la muerte para gozar de la felicidad completa en presencia de Dios. No obstante, también es una elección ver en la tierra un edén óptimo para desarrollar nuestras ideas y emprendimientos.
Y es así como quiero entender la realidad y compartirla con quienes me rodean. Estoy convencido de que la fortaleza de uno está en uno; no hay que salir a buscarla. Para irradiar luz, hay que ser luz, ya que nadie da lo que no tiene. Y ese es el punto, reconvertir lo que pensamos y lo que somos para ser las personas que necesitamos ser para nosotros y para quienes amamos.
Esto puede sonar utópico y sin duda, habrá gente que deje de leer este texto por considerarlo ajeno a la realidad, pero si tan sólo nos diéramos la oportunidad de cambiar nuestra apreciación de la misma para mirarla con ojos positivos y crear un entorno mejor, quizás ahí esté la razón para llegar al final de este texto.
Tan negativo como una pesadilla.
Sin duda que hay cientos de razones para ser duro con nuestro entorno, basta enunciar algunas de ellas: muertes y afectaciones en personas y empresas que ocurren cada día derivadas de políticas públicas erróneas y falta de compromiso de la gente; división y confrontación entre los grupos sociales; manipulación y destrozos por intereses políticos distintos al sentir de la mayoría; confrontación constante entre la Sociedad y los Poderes Legislativo y Judicial derivados del actuar del Ejecutivo; inseguridad e incertidumbre por la falta de compromiso de las autoridades con sus gobernados.
Ante esto, es legítimo que cualquiera no sólo se preocupe de su entorno sino que pierda la esperanza de continuar su camino; sin embargo, siempre hay una luz al final del túnel y eso es en lo que debemos trabajar.
Si logramos cambiar la actitud y pasamos de preocuparnos de nuestra situación por ocuparnos de cómo hacerla favorable, estaremos a un paso de ser el motor que dinamice a nuestro medio y de ahí, generar un impulso común.
¡Se Vale Soñar!
Las dudas y los temores son sólo impedimentos en nuestro actuar; es momento de soñar y realizar. … ¿Cuántas personas no han caído desde antes de que salga la bala? … ¿Cuántos no se han rendido sin iniciar una batalla? … ¿Realmente estamos hechos para fracasar sin intentarlo? … ¡Mi respuesta es NO! … Y eso es lo que quiero, vivir y mostrarlo a quienes me importan. Si algo he comprobado, es que a pesar de las circunstancias basta una chispa para encender un matorral. … ¡Es tiempo de ser esa chispa!
El valor del compromiso con nuestros sueños es un factor detonante en el cambio que podemos mostrar en nuestro entorno. Si algo tenemos los soñadores, es la lealtad por sensibilizarnos de la realidad y buscar transformarla a nuestro favor. Ningún juego se gana si no hasta el último instante y hay que entender que estos momentos que nos distraen e inquietan distan mucho de ser el preámbulo del silbatazo final.
En nuestra sociedad, la gente se ocupa más de la destrucción que de la construcción, se habla más del caído que del victorioso y si se tiene que hablar de este último, siempre habrá argumentos para menospreciarlo. Es decir, hablamos más del fracaso y desafortunadamente, predomina el temor al triunfo por no considerarlo posible. ¿Ilógico? Lo es, pero no nos percatamos que el fracaso no significa una derrota, el fracaso implica que se tuvo el valor y se intento; no alcanzar el resultado óptimo, no significa que la vida sea una pérdida de tiempo. Ojalá hubiera millones de fracasados porque eso significaría que habría millones de experiencias e intentos; que servirían de aprendizaje para sí mismo o para otros. No alcanzar los resultados deseados es una oportunidad de hacerlo de otra manera y buscar nuevas satisfacciones.
En estos momentos, saberte con salud es la base para desarrollar tu emprendimiento con más posibilidades de alcanzarlo. Establecer tus metas y tener la facilidad de modificar tus planes sin duda serán habilidades que favorecerán tu andar. Tu ímpetu y optimismo a cada paso será el motor generador de reacciones entre las personas que te rodean, Apóyate en ellos para desarrollar sinergias y, sobre todo, dialoga para encontrar un lenguaje común acorde a tus metas. Compartir las satisfacciones a cada paso serán tu forma de vida. Una palabra de aliento en los momentos de fallas propias, ajenas o comunes, puede ser el factor de unión para alcanzar mayores distancias.
Sueño Posible.
Siempre tienes dos opciones: Cerrar los ojos a una realidad que te ahoga o Mirar el mundo, entender las necesidades de las personas y atenderlas para su satisfacción. Tú eres de los segundos y por eso has llegado hasta aquí … ¡TÚ eres un factor de cambio! … ¡Bienvenido al Club de los Fracasados!
Intentar, Emprender, Errar, Fracasar, Triunfar … ¡Son acciones comunes a quienes cambian el mundo! Ningún verbo es tan fatídico como el de claudicar.
Cambia tu visión y transforma tu mundo, tus sueños pueden ser tus realidades. Tu esfuerzo puede ser la imagen que inspire a otros en su camino.
Tú escoges: ¿Vivir conforme a tus sueños o Morir por tus miedos?, ¿Ser sonrisa o ser mueca?, ¿Ser tú o intentar ser alguien más?, ¿Comprometerte con tu entorno o dejar que el mundo gire?, ¿Hacer de tu Vida un Paraíso o un Infierno?
Yo como muchas de las personas que requiere nuestro mundo elijo el optimismo y por ende, acepto el poder que tengo de transformar mi entorno y compartirlo con quienes me importan.
Ser positivo e intentar un mundo mejor es mi motivo de vida. … ¡Gracias Vida por darme Otro Día en este Paraíso!