No le importa a sociedad agresiones a periodistas; viven su mundo: Jiménez, padre de Alfredo
*El Imparcial de Hermosillo publica una entrevista a la Familia del periodista Alfredo Jiménez Mota, al cumplir desaparecido una década. Ésta es una síntesis de la misma:
Este día Alfredo Jiménez Mota cumple 10 años desaparecido. Era reportero de nota roja en EL IMPARCIAL, de Hermosillo, cuando se lo llevaron el 2 de abril del 2005. Esta situación mantiene en zozobra a sus padres José Alfredo Jiménez Hernández y Esperanza Mota Martínez, así como a su hermana Leticia Jiménez Mota, quienes luchan por seguir adelante. Una década después de que Alfredo no está, la salud de todos se encuentra mal. La pena que cargan en su alma, finalmente los ha afectado…
Doña Esperanza Mota guarda muchos recuerdos de su hijo: su niñez, sus rutinas, el trabajo y del periodismo, el cual le gustó al terminar la preparatoria. Primero se fue a Hermosillo pero no le gustó el ambiente y después se fue a Culiacán, con su hermana Leticia, quien estudiaba Medicina.
¿Siempre le gustó la nota roja?
Cuando estuvo en Culiacán, en el periódico El Debate, empezó a gustarle la nota policiaca. Primero trabajó en El Sol de Sinaloa, medio tiempo, pero ahí estuvo en Sociales y Espectáculos; siempre se retrató con artistas y nos las traía. En Noroeste estuvo en Deportes y no le gustó tampoco. Cuando le ofrecieron la policiaca en El Debate, ahí sí le gustó. Estuvo casi un año allá, hasta que se regresó a Hermosillo. Donde trabajó en EL IMPARCIAL
¿Le aconsejó que tuviera cuidado con temas del narco?
Todo el tiempo le estuve diciendo, todo el tiempo, tenía mucho miedo que le hicieran algo, y él me decía que ni modo, que eso era lo que le gustaba; si lo mataban, pues ni modo. Siempre lo encomendaba a Dios, pedía por él, que no le fuera a pasar nada a mi hijo. “Amá, no te preocupes, ya llegué; ya voy para la casa. No me pasó nada”, me decía y yo le respondía: “Gracias a Dios”. Siempre le decía: ¡Cuídate mucho, Alfredo, ten mucho cuidado!... Pero nunca me quiso hacer caso
Esperanza recuerda que Alfredo también trabajó en la revista Cambio 21, de Sinaloa, que también traía temas policiacos pero era sobre eventos, capacitación, ascensos, además de cosas de política, social y deportiva.
En tanto, José Alfredo Jiménez, padre del periodista Alfredo Jiménez Mota, habla sobre las investigaciones de las autoridades: Hace menos de un mes tuvimos contacto con las autoridades encargadas del caso. Lo único que me dijeron es que todavía están en el proceso de las investigaciones, pero que no se ha logrado nada, que todo sigue igual que al principio. Me comentaron que nos van a meter a un programa del Gobierno, que es de atención a víctimas del secuestro, que incluye apoyo moral, psicológico y económico. Es lo que les entendí. No sé muy bien
Sobre si las autoridades perdieron el interés por el caso de Alfredo, su padre considera que sí hay interés, pero le ponen muchas trabas por tanto cambio que ha habido en la Seido, pues cada vez que entra un titular nuevo, no le da el seguimiento que debe hacer, tienen que volver a empezar de nuevo otra vez.
Sobre si la sociedad perdió interés en el caso, explica: “Está muy despegada. La sociedad vive en su mundo. No le gusta inmiscuirse en asuntos ajenos. Trata de ignorarlos. Nomás cuando se sienten agredidos quieren que uno los ayude, los apoye. Viven en su mundo. Lo demás no les importa. Hay unos que sí ponen atención… Cuando voy en la calle me preguntan qué ha sido de mi hijo, si todo sigue igual…
¿Cómo han sido estos 10 años para usted sin su hijo?
Es una prueba muy difícil de esperanza y fe, de que mi hijo no aparece ni muerto, pero tampoco vivo y eso me da la esperanza de que algún día lo logre ver. Sino lo que he dicho todo el tiempo: antes de que muera, quiero saber qué pasó con él. Ahí sobrellevamos la carga de no saber de mi hijo; se distrae en muchas cosas uno. Sí pesa, pero hemos salido…
¿Han contemplado la posibilidad de realizar una propuesta a legisladores para que consideren castigos más severos contra quienes atenten contra periodistas?
Deberían trabajar en eso, porque si no hay exigencias de castigos más severos, van a seguir agrediendo a los comunicadores; no hay quién les ponga un hasta aquí, para que no los ataquen.
¿Cuál es el consejo que daría a los padres de periodistas, que trabajan la misma línea que manejó su hijo?
Pues lo mismo que le decía a mi hijo: que no fuera valiente, ni le hiciera al llanero solitario, porque él era solo contra el mundo. Si un muchacho tiene las mismas aspiraciones que mi hijo de sobresalir en la nota roja, por medio de las notas que escribe, yo le diría a los padres o al reportero que se abstenga de hacer todos escritos, esas notas, porque es muy peligroso; ahorita hay mucha inseguridad. No hay respeto para la libertad de expresión y los comunicadores, como mi hijo, corren un peligro muy grande y gravísimo; es todo lo que les pediría a los muchachos. Que se abstengan de poner esas notas tan crudas y tan fuertes... La vida una vez se vive y hay que cuidarnos. No es cobardía ni nada por el estilo. Deben pensar en lo que traen atrás: en sus padres; si tienen hijos, en sus hijos, en su familia… ¿Qué va a suceder con ellos si los llegan a desaparecer, si les llega a pasar algo a ellos, que son el sostén o la fuerza de los padres que se sienten identificados con él?... Que lo piensen mucho, antes de escribir una nota fuerte y dura.
Han pasado 10 años de no saber nada de su hijo, ¿qué harán, como padres… Van a mantenerse con la esperanza de que regresará con bien a su casa, o realizarán algún trámite para dar por un hecho de que Alfredo murió?...
Pues nosotros queremos que las autoridades nos den un papel que conste que no está en este mundo viviendo. El recuerdo lo vamos a llevar nosotros, en el corazón; sigue vivo para nosotros, aunque no esté. Queremos un papel que conste que físicamente no está dentro de la sociedad.
¿Cómo cambió su vida después de la desaparición de su hijo?
Pues, drásticamente. Mucho, mucho… Con decirle que no podía ni trabajar. Me bloqueó físicamente y mentalmente. Me puso a estar al pendiente del teléfono, estar pendiente de las noticias, a lo que se refería a él, a lo que es el círculo de cualquier nota de él. Sí nos cambió mucho
¿Alguna vez sintieron temor o se sintieron amenazados?
Nunca nos amenazaron, pero sí había cierto temor en salir, en que nos pudieran hacer lo mismo, que nos secuestraran o nos desaparecieran, por lo que estaba pasando con mi hijo, pero hasta ahí llegó todo. Nunca nos amenazaron, nunca nos hicieron nada, nunca recibimos ni llamadas, ni mensajes de agresión verbal, ni mental, nada. Todo fue como si hijo no hubiera desaparecido, como si no hubiera problema
Por su parte, la hermana de Alfredo, Lety Jiménez Mota afirma que ha enviado cartas al Gobierno para que le den celeridad al caso, que se apuren a investigar, que sigan investigando y le han respondido: “que siguen investigando, que están haciendo todo lo posible por descubrir qué está pasando.
¿Cómo has visto la salud de tus padres?
Veo cansada a mi mamá porque están llame y llame de los bancos, preguntando por mi hermano… ¡Si ya no está!... A mi papá lo veo cansado de esto también. Yo también me he deteriorado con esto. Soy diabética e hipertensa. Me he cansado, a raíz de lo de mi hermano y espero que encuentren pronto a los culpables. No se perdió un animalito, se perdió un ser humano. Quiero que hagan lo que sea posible por mi hermano.
FUENTE: PERIÓDICO EL IMPARCIAL.