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LA CRISIS POLITICA NOS LLEVA A LA EXTREMA POBREZA MORAL

LA CRISIS POLITICA NOS LLEVA A LA EXTREMA POBREZA MORAL

Por: William Hundelshauseen Carretero

Presidente Nacional APIC

 

Transcaribe, ha sido un mal necesario de transporte masivo público, se convirtió en la gran estafa del siglo; se socializo un proyecto y se ejecutó otro a espalda de los usuarios,  en otras palabras como ya es costumbre EL DELITO EXISTIÓ y los responsable del mismo  salen ilesos y premiados otorgándoles altos cargos, porque tenemos a unos administradores de justicia  con los procesos penales que se siguen a funcionarios y ex-funcionarios, que terminan a favor de los investigados aumentando el nivel de impunidad  siendo los responsables de permitir los escandalosos niveles de corrupción, determinando la crisis en la institucionalidad, Precisamente, una de las causas que ha provocado la desconfianza en las instituciones públicas es la ausencia de principios y valores éticos, lo que da pie al incremento de vicios o actitudes antiéticas tales como la corrupción, el abuso de autoridad, el tráfico de influencias, el pago de coimas, etc. Situaciones que impiden se alcancen las metas y objetivos institucionales. La crisis política que existe en lo profundo de nuestra ciudad, es demasiado preocupante, nos está llevando a LA EXTREMA POBREZA MORAL que nos exige hacer una reflexión sobre las causas que la están ocasionando. Sobre todo analizarlas y buscar nuevos sistemas sociales y estrategias políticas que puedan solucionarla y así encontrar una forma acertada, tratando  de buscar el origen de donde se inician los errores de un mal gobierno y la razón del por qué no pueden evitarse los escándalos políticos que agudizan más este problema. TRANSCARIBE, ha sido unos de los casos emblemáticos que aun suenan en la opinión por sus descarados estancamientos y los gastos que generaron, promesas embolatadas que deberían avergonzar a los gobernantes porque el sistema de transporte masivo para Cartagena sigue siendo una pesadilla. Las obras que se  iniciaron en 2005, y arrancaron con escándalos, críticas e incomodidades para la movilidad no podemos desconocer que  tiene algunas ventajas con respecto a otros tipos de transporte; principalmente en la seguridad y velocidad de desplazamiento por contar con carriles especiales y tener unas sillas azules para las personas de la tercera edad, mujeres embarazadas, personas con niños de brazo, niños menores de 7 años y discapacitados. para que de esta manera se genere un ambiente de respeto y solidaridad entre estas personas, cediendo los asientos, pero aquí  muy a pesar de los servidores públicos contratados para orientar y educar a los usuarios en el buen uso del transporte, muchas personas utilizan las sillas azules y cuando un usuario en condiciones especiales las requiere no las ceden, pareciera que no supieran leer o que deliberadamente no acataran las normas de convivencia que dicta Transcaribe, las cuales se encuentran explícitas en códigos lingüísticos e iconográficos en el sitio de sillas azules. Por eso la propuesta pedagógica, que busca motivar a los usuarios del sistema  al buen uso de las sillas azules exclusivas para personas vulnerables y el acatamiento de las normas es buena, pero no se le está dando fiel cumplimiento,  lo que quiere decir que las muchachas contratadas para ese fin deben estar más involucradas con la orientación, la cual permitiría mejorar la convivencia ciudadana entre los usuarios del sistema de transporte público masivo, brindándole la oportunidad para quienes no tienen o posean medios de transporte propio,  puedan satisfacer sus necesidades laborales, sociales y recreacionales. Por lo tanto,  debe ser considerado como un servicio que satisfaga a todos los actores directa o indirectamente inmersos en el sistema, tales como: usuarios, comunidad, gobierno, y trabajadores del sector; por ello, para obtener la calidad global en el transporte público urbano, es fundamental que cada uno tenga bien definido sus objetivos, que conozca sus derechos y sus deberes convirtiéndose en una manifestación de la democracia.  El servicio es Bueno, las irregularidades que se presentaron para puesta en marcha del mismo es otra cosa y que sean las autoridades seria, ética y moralmente que diriman sobre el particular, En este caso tenemos un sistema de transporte dando los resultados positivos que no se han dado en otras ciudades siendo la primera impresión que presenta Cartagena ante los visitantes. Por eso estoy invitando a la administración distrital para realizar una buena administración pública, debe promover que sus ciudadanos puedan “habitar, movilizarse, trabajar, comerciar, estudiar y recrearse con seguridad, eficiencia y placer.” Eso implica que el diseño del sistema de transporte debe ser adecuado a su clima, paisajes y tradiciones urbano-arquitectónicas, lo que pasa a ser el marco de referencia para todas las decisiones que se tomen desde la Alcaldía y sus diferentes Secretarías. Evitando que LA CRISIS POLITICA NOS LLEVA A LA EXTREMA POBREZA MORAL.

 

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