COLUMNASMunicipios

Jueces y fiscales responsables de permitir los escandalosos niveles de corrupción

Jueces y fiscales responsables de permitir los escandalosos niveles de corrupción 

Por: William Hundelshauseen Carretero

Presidente Nacional APIC

 

Ojala la preocupación que me embargaba en el pasado, con los nuevos funcionarios de los entes de control de este país las cosas cambien, para que no se siga manejando una Fiscalía Seccional  con los procesos penales que se siguen contra ex-alcaldes, funcionarios, ex-funcionarios, contratistas y ex contratistas del Distrito que terminan a favor de los investigados y es que cuando el nivel de impunidad en Cartagena supera el 80% (el 20% restante corresponde a gente pobre y sin influencia a quienes finalmente se les aplican las normas de derecho con todo el peso y rigor que exige la ley), es indicativo que los Jueces y Fiscales no todos por supuesto, son los responsables de permitir los escandalosos niveles de corrupción pública, determinando la crisis en la institucionalidad, en donde por favorecer los intereses del abogado que lleva el soborno para sacar libre de todo proceso a los imputados por cualquier delito, se ha perdido la credibilidad, causando  efectos negativos a la honestidad que no respeta a nadie y corroe la administración de justicia de nuestro país, como los casos ocurridos en la salud, educación, contratación, transcaribe, edurbe, ICBF, El Concejo de Cartagena, Los terrenos de la familia Miranda, etc. Y a eso súmele los hallazgos recientemente de la Contraloría Distrital, donde se habría perdido más de $6 mil millones pesos en el 2015, practicada a la Secretaría General, el Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte DATT; la Secretaría de Educación Distrital; la Secretaría de Participación y Convivencia Ciudadana; Valorización; y Corvivienda, siendo el alcalde Dionisio Vélez Trujillo.

 

Aquí la realidad supera a la ficción y no es para menos y para nadie es un secreto que los procesos que hemos denunciado los periodistas y el notable jurista RAUL BUSTAMANTE sobre la MARIAMULATA y otros funcionarios, navegan en su mayoría, desde la órbita de protección y el código de silencio que impera y existe en el encargo de la función pública de administrar justicia donde los expedientes que se inician por los delitos de prevaricato, desviación de fondos para favorecer a terceros, peculados, concusión, intereses indebido en la celebración de contratos, etc, nunca avanzan y de hacerlo se fallan a favor evidente del funcionario que cometió el delito (PORQUE ESTE SI EXISTIO) y en detrimento específico de la ley, permitiendo de esta manera que los encartados amplia y contundentemente cuestionados, legalmente sigan administrando unos justicia y otros la cosa pública en nombre de la “República de Colombia”, porque han sido permeabilizados por la casta política de las más altas esferas del poder judicial que crea el círculo vicioso que imposibilita aplicar la ley con toda su fuerza porque se solicitó el traslado de los casos demandados a la capital de la república para que allá por parte de los poderosos llamados PADRES DE LA PATRIA, impongan sus influencias y darle sepultura a los casos que involucra a los delincuentes de cuello blanco, actividad irregular que finalmente queda oculta en una inexpugnable y protectora coraza frente a la cual poco puede hacer la ciudadanía. Estamos inmersos en Cartagena como en toda COLOMBIA en la peor corrupción que se tenga historia, por su gravedad, magnitud y generalización, régimen dedicado a saquear los recursos del estado, en un país con el 60% de pobreza y 20% de extrema pobreza. Donde han diseñado para ello un engranaje perverso maquiavélico, sin ningún tipo de límite o escrúpulo: crímenes, extorsión, violaciones de derechos humanos, control y manipulación de instituciones, compra de jueces y de medios de comunicación, tráfico de armas, narcotráfico, operativos psicosociales y engranaje que busca y logra, además cómplices en todos los sectores y ámbitos del país, corrupción sin precedentes que esta, además, documentada con pruebas irrefutables; videos, declaraciones de “arrepentidos”, de “colaboración eficaz”, cuentas multimillonarias en el exterior, etc. Muchos de los involucrados en la corrupción conservan aun muchísimo poder. Lejos de estar ante personas débiles y vulnerables, lo que tenemos frente a nosotros es una organización con una peligrosa capacidad de defensa y ataque, los cuales han ocasionado el incremento de la pobreza, el desempleo, la delincuencia y la corrupción de funcionarios y autoridades; por la falta de credibilidad y la desconfianza de las personas hacia el Poder Judicial y el Ministerio Público, debido a que los jueces y fiscales han perdido sus valores, y los guía hacia la corrupción. La Honestidad ha muerto. La mataron la corrupción, la politiquería, la codicia y el mismo elector primario que sigue eligiendo a los mismos saqueadores del erario; para convertir a Jueces y fiscales responsables de permitir los escandalosos niveles de corrupción. 

 

Deja un comentario