FIESTAS IRRESPETADAS
FIESTAS IRRESPETADAS
Por: William Hundelshauseen Carretero
Presidente Nacional APIC
Las Fiestas de la Independencia, tan esperadas por unos y aborrecidas por otros. Durante esa semana muchos cartageneros y turistas disfrutaron del cronograma cultural y festivo, propio de la celebración anual. Pero, por el otro lado, muchos también sufrieron los estragos causados por el vandalismo y la falta de conciencia de ciudadanos que, opacaron las fiestas. Además de las constantes y repetitivas riñas que no respetaron barrios, los improvisados “banditos”, que en los últimos años fueron prohibido por las autoridades, porque terminaban en batallas campales entre los asistentes y la Policía.
Algunos de los eventos organizados por la comunidad fueron cancelados por el Distrito por la violencia de años anteriores. Algunos Cartageneros amantes de la Paz y buena convivencia, desde el comienzo de las festividades buscaron refugio para huir de lo que en otrora era la CONMEMORACION PATRIOTICA, convertida en los últimos años por falta de autoridad en FIESTAS IRRESPETADAS ya que durante la realización de la misma fue un pretexto para perpetrar los perores desafueros, porque estamos en fiestas, como dicen los que estando prohibido montan retenes, los que arrojan piedras y agua sucias, desordenes colectivos, los que ignoran la grandeza de lo que se está celebrando.
Parece que el 11 de Noviembre de 1812, donde las grandes familias cartageneras vestían a sus esclavos con sus mejores galas y los mandaban a bailar a las calles y plazas de la ciudad para recordar el día que Cartagena se sacudió de la corona española es olvidada por los administradores de la cosa pública. “No tienen sentido unas festividades si no sabemos respetarnos” y “si no somos capaces de convivir en paz no vale la pena tener fiestas” y menos si no conocemos la historia. Cartagena para esta época se revuelve, Entre peleas, alcohol, desorden, droga y pólvora, calles cerradas, caos vehicular, playas llenas, la locura del famoso desfile que con alegría y entusiasmo patrocinó el señor alcalde a la celebración de la igualdad de géneros sin ninguna discriminación.
A esto súmele la falta de respeto del mismo alcalde al permitir que en un monumento histórico que representa a todos los Cartageneros, se ondee la bandera tricolor de los grupos de LGTBI, siendo la primera vez que un gobierno Distrital había izado esa bandera en un edificio tan importante y sobre todo que en el tradicional desfile de la lectura del bando se haya permitido que niños acompañaran al Movimiento Diversidad de Cartagena a llevar la bandera celebrando la iniciativa diciendo que representa un primer paso hacia la igualdad. El carnaval es la vida misma la que juega su propio renacimiento y renovación sobre la base de mejores principios. No soy homofóbico, respeto a los que pertenecen a la diversidad de género, en lo que no estoy de acuerdo y rechazo es que en un monumento histórico de la humanidad y patrimonio de Cartagena, la primera autoridad haya permitido que se ice el pabellón que identifica a esa especie. Aquí la forma efectiva de la vida es al mismo tiempo la forma ideal resucitada de muchos, pero no de todos, padeciendo así una crisis crónica producida por diversas razones, en la significación de la fiesta. La decadencia de la verdadera fiesta y la importancia de la misma implican la pérdida de valores.
Cartagena se vistió de independencia el pasado 11 de Noviembre y recordemos que fue la primera ciudad en la República de Colombia y la segunda, después de Caracas, en Suramérica en ser libre; declarándose absolutamente independiente de España. Entonces, ¿Eso es lo que celebramos realmente?.
Este año fueron muchas las personas qué no asistieron a los desfiles por diferentes razones, unas por miedo a que los atraquen, otros por miedo a las peleas y otros porque simplemente no les gusta estas perturbaciones colectivas que es el verdadero título que deberíamos ponerle y no la conmemoración de las fiestas de independencia, ojala el próximo alcalde atípico no haga lo mismo, porque una cosa es que te involucres y otra cosas es que te hagan participe.
Consecuencia de todo esto es que hay un problema agudo, la ciudad está en cuidado intensivos y tantos líderes cívicos, periodistas, comunidad en general como el mismo alcalde estamos permitiendo que haya. FIESTAS IRRESPETADAS.