¿Estás segura (o), que quieres ser candidata o candidato?… Por Ernesto Alonso López / CriticaPolitica.MX
¿Estás segura (o), que quieres ser candidata o candidato?…
Por Ernesto Alonso López / CriticaPolitica.MX
Mucha gente dice con amargura una generalización absoluta: todos los políticos mienten, son rateros y mantenidos. ¡ZAZ!… Así nomás. Tajante. ¡Sóbate del madrazo!… Es el juicio sumario. No acepta argumentos. No permite rebatir la frase. Las cosas son como son. Blanco o negro. No hay matices. Ni grises. Una visión maniquea, pero visión a rajatabla, sin cortapisas. El juicio no es exclusivo de México, ni de Sinaloa. Es algo que se repite en las economías desarrolladas, incluso por el 99% de las mayorías, que no pertenecen a la élite del 1%.
Y, entonces, ¿por qué carajos quieres ser candidato o candidata, para representar a alguien que te odia tanto?… Simple. La mayoría de los políticos dirán en entrevistas ampliamente difundidas públicamente que porque su ideología, su partido, su posición para defender a la sociedad y su forma de resolver los problemas del mundo, son la salvación del sistema que nos gobierna, ya sea para cambiar el estado de cosas o para mejorarlas.
Otra razón por las que los políticos quieren ser candidatas o candidatos tiene relación con motivos más personales, que si acaso se entera su círculo familiar o amistoso. Hay quienes dicen a sus amigos que él sí es honesto y no como los demás. Es decir, aquí hay mucha fantasía de por medio, pero son de las que se pueden confesar a los cercanos, aunque nunca serán públicas, generalmente.
Finalmente, los candidatos o candidatas quieren representar al pueblo, por razones inconfesables, que incluso el propio político negaría, por ejemplo: control, poder, superioridad, categoría, etc.
Estas tres razones interactúan entre sí y cada una domina más que la otra, dependiendo de los contextos y los momentos políticos en que se encuentran las candidatas y candidatos.
Aún con todo, el pueblo no es tonto. Sabe que los políticos echan mentiras, de alguna manera. Si el pueblo miente, ¿por qué los políticos no habrían de hacerlo?… ¿Son extraterrestres?… ¿Cómo se da cuenta el pueblo que mientes, como político, si les repites tantos mensajes donde no cabría un ápice de duda?… Muy sencillo: eres humano. Eso es una obviedad, pero tu cara no miente, ni lo fuerte que digas las palabras ni cómo las usas, tu vista también puede delatarte sin querer y lo más importante: el pueblo es muy probable que sepa algo, lo que sea, de tu pasado y lo compara con tu presente.
Es una decisión tuya si quieres ser candidata o candidato. Puedes tomar la decisión o no, pero sin duda que estarás expuesto a la experiencia más abrumadora en materia de emociones humanas. Es como la montaña rusa de los sentimientos humanos. Puedes tener una actividad al inicio que te quite todos los ánimos y media hora después, conseguir el apoyo de cientos de personas, que al menos, de su propia voz les escuchas que te dan ánimo. Y luego, ir de nuevo a la frustración en el siguiente evento del día y así…
Observa muy bien si realmente quieres ser candidata o candidato porque debes asegurarte de que realmente quieres esto, para evitar el engaño del narciso que cree que su trayectoria y linda presencia bastan para que todo mundo le adore… ¿Recuerdas lo que te dije al principio de que la gente piensa que todos los políticos son rateros, mentirosos y mantenidos?… Bueno. Ni con toda tu excelente trayectoria, vas a escapar que alguien, algún día, el menos pensado, te grite algo así en tu cara y tendrás que responder apropiadamente, o de plano no responder.
Para ser candidata o candidato debes tantear con mucha honestidad tu situación política y tu realidad interior. Este será un motivo importante para ejercer un buen cargo popular, si ganas la elección.