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EL NUEVO IEEPO Y LA EDUCACIÓN

Abel-Santiago

    EL NUEVO IEEPO Y LA EDUCACIÓN

   El pasado 21 de julio, el gobernador Gabino Cué Monteagudo, acompañado del secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet Choenor, y del vocero de la Presidencia de la República, informó al pueblo oaxaqueño la desaparición del Instituto Estatal de Educación Pública y la creación de un organismo para que el estado reasuma la rectoría de la educación, perdida desde 1992, cuando el gobernador Heladio Ramírez López creó esa institución para que fuera administrada por la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación. El 30 del mismo mes de julio el propio gobernador tomó la protesta a los nuevos funcionarios, exhortándolos a realizar sus labores con estricto apego a la legalidad, transparencia y honradez, ya que en su desempeño responsable se cifra el anhelo de la sociedad oaxaqueña, por lo que deberán ejercitar una política congruente con la reforma educativa. Informó que se trata de un nuevo organismo descentralizado de la administración pública estatal con personalidad jurídica, patrimonio propio y autonomía de gestión, en el que desde luego ya no participa en ninguno de los puestos de mando ni administrativos la dirigencia de la sección 22, que explotó al máximo al IEEPO, lo convirtió en un nido de ratas y en un centro de control para satisfacer su voracidad y prepotencia, obligando a todos sus agremiados a obedecer sus mandatos bajo pena de sanciones y hasta despidos.

   El pueblo oaxaqueño recibió con beneplácito esa información, otorgando de inmediato su respaldo al gobernador, pero con la condición de que se mantenga firme en su decisión, de que no titubee ante las amenazas de protestas incendiarias, y de que lleve a cabo hasta sus últimas consecuencias la reestructuración del nuevo organismo, que regirá las relaciones del estado con el magisterio, sin que su nefasta dirigencia intervenga para seguir entorpeciendo el sistema educativo en la entidad. Después del primer justo y merecido golpe al cártel 22, se dio el segundo con la congelación de sus cuentas bancarias y de las que disponía a través del IEEPO, por lo que sus primeras manifestaciones de protesta ya no fueron numerosas, pues las amenazas con las que sometía a sus agremiados ya no tendrían efecto. Incluso la megamarcha nacional a que convocó tampoco tuvo la asistencia programada, a pesar de que vinieron sus secuaces de otras entidades de la República. Es que sin poder ni dinero, difícilmente puede volver a levantarse esa mafia, aun cuando su asamblea estatal haya acordado marchas y plantones contra la designación de los nuevos funcionarios y la reforma educativa.

   El inmenso poder de los capos de la 22 se explica con la desaparición del IEEPO, al darse a conocer que en su nómina figuraban cerca de cuatro mil comisionados, aviadores con altísimos salarios, entre los que había diputados locales y federales, presidentes municipales y funcionarios públicos, que apoyaban y compartían todos sus actos de barbarie y delincuencia, como secuestro y quema de autobuses, asalto y robo a oficinas y tiendas de autoservicio, estafa a los automovilistas en casetas de cobro, entre otros. El tercer golpe a esos vándalos, que esperamos no tarde, está a cargo de la Procuraduría General de la República y de la Procuraduría de Justicia del Estado, donde existen 192 averiguaciones previas relacionadas con daños en propiedad ajena, venta de plazas, pederastia, acoso y hostigamiento sexual, fraude y otros delitos graves, cometidos durante el periodo en que la CNTE tuvo a su cargo la Fiscalía Especial para Asuntos Magisteriales. Asimismo, se informó que personal de apoyo y asistencia a la educación del IEEPO, con plazas de docentes y administrativos, recibían bonos, regalos, becas, apoyos escolares, pago de desayunos y comidas y hasta 90 días de aguinaldo extra, y que representaban la “casta divina” de la 22 y una fuga de dinero en el sector educativo desde 1995. De acuerdo con estos datos, el robo oficial al erario se inició en 1992, pero la plaga magisterial existe desde hace 35 años, en que el pueblo oaxaqueño ha sido víctima de toda clase de abusos, y lo sigue siendo con el plantón y tiendas de campaña que se encuentran en el Zócalo desde el 21 de julio del año pasado, en que no han faltado los vendedores ambulantes que han hecho un muladar del centro histórico, perjudicando a los comerciantes establecidos que puntualmente pagan sus impuestos.

   Ante las nuevas amenazas de la CNTE, a la que se han unido integrantes del Frente Único de Lucha, que pretende reconstruir la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, el gobernador anunció su disposición a un diálogo público con su dirigencia estatal, porque dijo que tiene derecho de petición y audiencia, pero aclaró que esa reunión no sería para negociar la ley ni los términos del decreto de creación del nuevo IEEPO, publicado el pasado 20 de julio, sino para abordar exclusivamente temas de relaciones laborales, que son los que ahora competen a ambas partes, como debió haber sido siempre. En su mareo, Rubén Núñez Ginez pretende todavía imponer su Plan para la Transformación de la Educación en Oaxaca, recobrar el mando del sector educativo estatal y que se derogue la evaluación magisterial y la reforma educativa. Acorde con esta, urge que ahora sí el Congreso local apruebe la Ley de Educación Estatal, y que no tema a las amenazas del cártel 22, que todavía se atreve a rechazar el diálogo ofrecido por el gobernador, señalando que “nunca llegará de rodillas a una mesa y no asistirá a un diálogo condicionado”. Donde debe ser llevado el líder magisterial y sus secuaces, aunque sea a rastras, es a la mesa penal para ser juzgados como verdaderos delincuentes.

   El paso firme dado por el gobernador Gabino Cué Monteagudo, a poco más de un año de concluir su mandato, tiene el apoyo  del pueblo, por lo que debe continuar el procedimiento legal de acabar con  esa plaga que tanto daño ha causado a Oaxaca.

   abelsantiago30336@yahoo.com.mx

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