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EL CAMBIO PARA QUE TODO SIGA IGUAL

EL CAMBIO PARA QUE TODO SIGA IGUAL

   En cada cambio de gobierno, federal, estatal o municipal, se espera que el nuevo funcionario, si no es mejor, al menos no sea peor o igual al que se va, pero a pesar de que ya estamos acostumbrados a más de lo mismo, siempre nos sorprende que la historia se repita. Ocurrió con Gabino, que nadie se imaginó que resultara peor que Ulises, pero llegó a superarlo como pésimo gobernante como consta a todos los oaxaqueños, y en especial a los grupos y organizaciones más afectados, cuyas denuncias aparecen en los grandes espectaculares colocados en las principales avenidas y carreteras. Es la secreta razón por la que lejos de enjuiciar a su antecesor como tanto lo pregonó, se dedicó a protegerlo junto a su camarilla de bandoleros que saquearon el erario público. La exigencia popular ahora es que se investigue a Gabino y se le llame a explicar en qué invirtió los miles de millones de pesos que manejó y por qué la gigantesca deuda a todos los proveedores del gobierno, así como el destino de los descomunales préstamos que le autorizó el Congreso pasado, pero al menos este nuevo gobierno no ha ofrecido ninguna acción persecutoria, ni hay el menor indicio de que se le pueda llamar a rendir cuentas de su fraudulenta administración.

   Como ocurre también en estos cambios, al mandatario entrante se le está elogiando anticipadamente, descubriéndosele cualidades que antes no se le conocían, aun cuando en este su primer mes apenas está tomando impulso para el vuelo, pero ya se le auguran éxitos y se le deposita una confianza esperanzadora de salvación. Al mismo tiempo, los grupos de presión lo aprovechan para afianzarse sin que se hayan podido dar los primeros pasos de autoridad para dar inicio al control y gobernabilidad que tanto se necesita, pues los bloqueos de calles y carreteras no han cesado, con las consiguientes molestias a la población. Grupos pequeños del magisterio, normalistas, antorchistas, triquis y otros rufianes han seguido sus acciones violentas sin que se les moleste. El pasado lunes grupos minoritarios de padres de familia que tienen hijos en las estancias infantiles bloquearon por más de cuatro horas los accesos al Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca y de la sede de las oficinas de la Secretaría de Desarrollo Social, o sea el tramo comprendido entre la Ciudad de Las Canteras y el monumento a Juárez, supuestamente por la falta de presupuesto para solventar los gastos de esas estancias, por lo que el delegado Martín Vázquez Villanueva les explicó que el problema no es local sino nacional, lo que no les importó para causar terrible embotellamiento que se prolongó por toda la tarde y parte de la noche.

   Como se ha acostumbrado en estos casos, la policía se concretó a observar mientras los agentes de tránsito apoyaban a los bloqueadores colocando sus patrullas y motocicletas varias calles antes y después, impidiendo el paso de los automovilistas para que los vándalos pudieran hacer las presiones suficientes para obtener los recursos necesarios para seguir explotando a las nuevas autoridades, desviando la circulación por calles sin asfalto y muy congestionadas. Por lo visto, la rutina antipopular continuará, o sea que cualquier grupo, por pequeño que sea, podrá cerrar calles con el apoyo de los agentes de tránsito, sin importar las vidas que puedan perderse por el impedimento del paso de las ambulancias, y con mayor razón los retrasos al trabajo y demás actividades de la población, porque no hay señales aún de orden y gobernabilidad, pero ya el servilismo está presente para continuar al servicio de la oficialidad. En lo que va del mes, ese no es el primer escándalo de los llamados luchadores sociales, que casi diario han continuado sus abusos de todo el sexenio felizmente pasado, sin que se hayan dado muestras de imponer el acatamiento y vigencia de las leyes. Al contrario, se inició el mandato con la promesa de garantizar a la gansteril dirigencia de la sección 22 de la CNTE, como ya lo he comentado, la autorización de bases magisteriales y nombramientos automáticos a los normalistas recién egresados.

   Espero equivocarme en esta advertencia prematura, porque apenas se está cumpliendo el primer mes de esta nueva administración gubernamental, pero también considero importante interpretar el sentir popular, sobre todo del sector empresarial y comercio establecido, que ya no soporta más las pérdidas económicas por esa ingobernabilidad. El centro histórico, al que apenas está volviendo el turismo nacional y extranjero, debe permanecer limpio de los grupos de presión y del ambulantaje, para que se borre la imagen que ha tenido desde hace muchos años, en los que se le había tomado como centro de operaciones políticas y mercantiles, quitándole el atractivo que conservó como uno de los lugares más visitados de la República. Otros centros turísticos también deben volver a recobrar su buen prestigio, pero más que nada la población requiere paz y tranquilidad para el mejor desempeño de sus labores diarias, por lo que es deseable que el gobernador cumpla sus promesas de campaña, que no se doblegue ante las amenazas de los chantajistas tradicionales, así como que no haya sectores privilegiados ni preferencias para los que mayores movilizaciones realicen. Igualdad, gobernabilidad, justicia y respeto a la ley son las mayores exigencias populares y el mejor poder para los gobernantes.

   abelsantiago30336@yahoo.com.mx

 

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