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DEFENDER A ARISTEGUI ES REIVINDICAR EL DERECHO A SABER Y LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN DEL PUEBLO MEXICANO

DEFENDER A ARISTEGUI ES REIVINDICAR EL DERECHO A SABER Y LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN DEL PUEBLO MEXICANO

Por: Benjamín Moctezuma/RED INTERNACIONAL DE NOTICIAS. Delegado de Zacatecas de CONAPE

Los hechos ocurridos en MVS Noticias contra Carmen Aristegui, periodista ejemplar, se cristalizan en un contexto que nos deja en claro que después de ella seguimos otros. Falso que se trate de un asunto entre trabajadores del periodismo con un patrón que detenta concesiones de la comunicación y que se dice abusado de la confianza. Esa es la APARIENCIA que desean que creamos y ocultan que se trata de una política de sometimiento a todo el pueblo mexicano.

Por eso, defender el espacio de Carmen Aristegui es, en las condiciones actuales, defender los derechos elementales del pueblo mexicano A SABER, a la LIBERTAD DE EXPRESIÓN, a OPINAR, DISENTIR, DISCUTIR, ANALIZAR Y DEFINIR SOBERANAMENTE UN RUMBO NACIONAL. Es, entonces, y así debemos entenderlo, la lucha de todo el pueblo mexicano.

Tengan paciencia, compartan y procuren leer todo e irlo reflexionando:

México vive momentos cruciales, mayoritariamente emergidos del proyecto de nación que se empezó a configurar a partir de 1982 cuando el gobierno encabezado por Miguel de la Madrid decidió transitar a una economía abierta al mercado internacional (el ingreso al GATT fue la expresión comercial de ese nuevo modelo económico), desapareció proteccionismos y minó con ello a una gran parte de la incipiente industria nacional.

No conforme con el retiro de subsidios a la economía nacional industrial, como a las actividades consideradas primarias, principalmente el campo, el sexenio siguiente, encabezado por tristemente célebre Carlos Salinas de Gortari, optó por desmantelar el aparato productivo en poder gubernamental, privatizando todo lo posible, lo que le permitió contar con recursos frescos para impulsar una política populista a través del Programa de Solidaridad Social, lo que permitía aparentar un aparato administrativo de gobierno más ligero pero con más recursos. Pero nunca explicaron que esos recursos se acabarían.

Pasan 3 sexenios en los que se podría pensar que sólo dieron seguimiento a lo ya realizado, no profundizaron cosas importantes, pues a decir de sus discursos, antes de ser asesinado Luis Donaldo Colosio pretendía dar reversa a muchas de las políticas implementadas. Y se especula que esa pretensión fue el motivo de que lo mandara matar, probablemente Carlos Salinas de Gortari, aunque las “indagatorias” dicen que fue objeto de un “asesino solitario”; es decir, “de un loco” que se le botó la canica, sabrá Dios por qué, pues eso tampoco lo han explicado.

Es el sexenio de Enrique Peña Nieto (y muchos afirman que detrás de él está Carlos Salinas y grupos afines) quien, en menos de 2 años, da una profundización mayor a la destrucción de la economía nacional; permite la participación de inversionistas privados, mayoritariamente extranjeros (así se vé en las obras que ya ofertan) en temas neurálgicos de la economía como son los energéticos. Se amplían las posibilidades del saqueo minero por empresas principalmente canadienses, pues la reforma al 27 constitucional para liberar trabajas a la iniciativa privada del petróleo también beneficia a los capitales que invierten en el saqueo de minerales y, también producen, y la tendencia es a crecer, los desplazamientos de campesinos de sus tierras que han sido concesionadas a los que saquen las entrañas del suelo mexicano.

La lógica económica de esta embestida irracional de capitales extranjeros, y de unos cuantos nacionales, es de extraer a la mayor velocidad posible la riqueza para convertirla en diversas presentaciones mercantiles e incrementar sus utilidades. Pero ocupa a un pueblo que permita tales beneficios. Y ahí interviene el estado masacrando campesinos, masacrando estudiantes, reprimiendo manifestaciones y, en conjunción con el crimen organizado (a quien le cede espacios libres para ejercer funciones de gobierno), desapareciendo a líderes, creando zozobra, terror (terrorismo), corrompiendo políticos que se han dicho oposición y, luego, a partidos completos, a quienes les comparte del mismo estiércol y así legisla sobre todo lo que ocupa para aplicar esa política de desesperado e intenso saqueo nacional. En la práctica, un saqueo que no se diferencia, más que en la forma de sus leyes, del saqueo que se vivió en la época colonial.

Esta realidad lleva a modificar los textos de aprendizaje de la educación “pública” obligatoria. Educación que va perdiendo su tangibilidad de pública y es sostenida por el recurso privado de los padres de familia. También se requiere un nuevo perfil del maestro, a quien le encargan ser más moderado, centralizar (el proceso inverso de la federalización educativa) métodos, procedimientos, evaluaciones y hasta el pago de la nómina, todo a cargo de la Federación y donde los Gobiernos de los Estados sólo manejan pequeños aspectos administrativos.

Es ahí donde el Gobierno ocupa deshacerse de los centros que son “productores de líderes”, como las Escuelas Normales Rurales, que fueron creadas por el Gobierno de Lázaro Cárdenas para atender los pueblos más aislados y abandonados del desarrollo, como los indígenas. Por eso, la masacre de los estudiantes de Ayotzinapa, (donde sigue habiendo 43 desaparecidos) no es un caso aislado, Ni el encarcelamiento de los líderes de autodefensas, entre ellos José Manuel Mireles Valverde y unos 300 miembros más; los líderes Yaquis y muchos otros como los más de 100 en Puebla, etc.

Es así como uno entiende que, en algunas partes del país, el Gobierno pacta transitoriamente con el crimen organizado para que haga el trabajo sucio, como en Guerrero, en Michoacán, en Oaxaca, entre los principales a quienes se nota que hay protección, omisión o complicidades y hasta se les permite beneficiarse del saqueo de recursos naturales como los minerales.

Una política así sólo puede ser ejecutada por funcionarios de pensamiento y valores torcidos, que ya tengan escuela, que hayan practicado, que ya lo vean como algo normal y cuenten con las mañanas suficientes para seguirlo haciendo. Y cuyo discurso parezca encontrarse en tono con el Estado de Derecho, que aparezca como defensor de los Derechos Humanos, justiciero, caritativo y con una gran vocación de la asistencia social.

Por eso, no resulta curioso que aparezca la denominada Casa Blanca del presidente Peña Nieto, a nombre de la empresa Higa y de la que han hecho toda una explicación telenovelesca de que la regaló televisa a la primera (¿?) dama Angélica Rivera. Tampoco es curioso que aparezcan propiedades de dudosa procedencia, también de la empresa Higa, en poder del Secretario de Hacienda. Empresa Higa quien ya venía ganando las licitaciones más jugosas, por asignación directa, del gobernador del Estado de México y ahora presidente de los mexicanos.

Y tampoco es curioso que en la Suprema Corte de Justicia de la Nación llegue como magistrado un personaje, de cuyo nombre prefiero no acordarme, quien tiene un historial negro en el ejercicio de la legalidad.

Ante las muchas definiciones de orden económico que repercuten en la vida social y calan en el desmejoramiento del nivel de vida de los mexicanos, resulta normal que grandes sectores sociales hagan reclamos a un gobierno que no le interesa lo que opine el pueblo, sino sólo llevar adelante políticas que tiene comprometidas con sus socios internacionales y unos cuantos capitalistas mexicanos, quienes siguen luchando por mantenerse entre los más ricos del mundo, justo porque concentran la riqueza que produce el resto de la sociedad mexicana.

Podrá entenderse que, un proyecto de nación así, ocupa de empresas cómplices, a quienes tiene que compartirles de esa rebatinga que sustraen de la riqueza nacional, y que tienen como misión encubrir, justificar, convencer y generar consenso de que todo lo que hace nuestro gobierno es lo mejor para los mexicanos. Y, al mismo tiempo, producir programas que coadyuven a un bajo nivel cultural, que minimicen las posibilidades de la reflexión y la crítica de los temas fundamentales.

Esa tarea se la encomiendan a las empresas de la comunicación en general y, en particular, enfocadas a los segmentos de distribución de mensajes informativos que deforman la realidad, que nos pretenden hacer creer que México vive condiciones de seguridad, de crecimiento económico y bienestar, un confort democrático, de respeto a los derechos humanos, de apoyo a los que menos tienen, a quienes hasta se les regalan televisores, justo para asegurar que esos mensajes les sigan llegando, y en el que tildan de aventureros, vándalos y contrarios al progreso a quienes se manifiestan inconformes.
La existencia de algunos medios medianamente independientes, otros muy independientes y el descontrol que se tiene sobre alternativas modernas de comunicación, como los medios online (internet) han dificultado que el Gobierno Mexicano pueda ocultar, como quisiera las atrocidades realizadas en violaciones a los Derechos Humanos, a la existencia de la tortura como método de lograr confesiones falsas y encarcelar a muchos inocentes, o a la filtración de provocadores en las manifestaciones sociales para justificar la intervención violenta de sus policías.

No es casual que en los últimos meses nos hayan matado a más de 100 compañeros periodistas, estén encarcelados muchos, otros se encuentren desaparecidos, algunos más hayan sufrido atentados contra su integridad, que a cientos los hayan despedido de sus centros de trabajo porque no cumplen, al pie de la letra, la función que el gobierno mexicano y sus aliados esperan de nosotros. La misma Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, ha documentado, así como Amnistía Internacional que la mayor parte de los atentados de nosotros los periodistas, los sufrimos por encargos gubernamentales. Ni siquiera del crimen organizado.

Las múltiples recomendaciones internacionales que ha recibido México, y que ha osado negar, incluso en algunos casos ha censurado abierta y públicamente, presentan a un México muy diferente al discurso público gubernamental. Propios de un gobierno dictatorial que, ante lo insalvable de justificar, niega sus acciones irracionales, antidemocráticas, racistas, discriminatorias, abusivas y extralegales.

Los hechos ocurridos en MVS Noticias contra María del Carmen Aristegui, periodista ejemplar, se cristalizan en ese contexto. Falso que se trate de un asunto entre trabajadores del periodismo con un patrón que detenta concesiones de la comunicación y que se dice abusado de la confianza.

El problema real es que, en tanto empresario de la comunicación, la lógica del negocio y la lógica del poder político, los ha llevado a confluir en el propósito de beneficiarse mutuamente y dar un golpe a uno de los espacios que les produce contra hegemonía, que no cumple los propósitos de encubrir, justificar, entretener, distraer, ideologizar y someter las conciencias de los mexicanos y que, en tales condiciones, se convierte en un peligro a su proyecto nacional del que, como he explicado arriba, solo se beneficia un puñado y, los encargados de poner “orden” no dudan en pasar sobre los restos incinerados o decapitados de muchos mexicanos.

Falso que tengan interés en discutir, en dialogar, en escuchar, en negociar con la sociedad, en seguir los propósitos de una nación. A lo sumo, corrompen a los rivales de mayor jerarquía política y someten con el destierro, el asesinato discreto, la desaparición, el encarcelamiento con algún pretexto legaloide, o el despido de sus centros de trabajo a todo el que no opine o se someta a su línea.

En suma: defender el espacio de nuestra compañera Carmen Aristegui, es defender, en las condiciones actuales, el derecho de los mexicanos A SABER (artículo 6 de la Constitución), como el derecho a la LIBERTAD DE EXPRESIÓN (Artículo 7), es defender las causas populares mexicanas más sagradas, como la libre manifestación, la denuncia, el análisis, la crítica como elemento de corregir los errores y enderezar el rumbo, el derecho de dar voz a los desposeídos de todo y a quienes ahora se les pretende desposeer del derecho a saber y a expresarse.

Por eso, la RED INTERNACIONAL DE NOTICIAS “Díselo a Benjamín Moctezuma” (¡Periodismo con la Fuerza de la Verdad!), transmitido esencialmente por medios Online, no puede quedarse callada, alza la voz y exige respeto irrestricto a la libertad de expresión, cese al acoso contra periodistas, el esclarecimiento de los asesinatos de más de 100 compañeros, la liberación de quienes están presos por expresarse o manifestarse, respeto a la dignidad humana y a los derechos humanos, transparentar todo el ejercicio público a los 3 niveles de gobierno y garantizar un quehacer periodístico sin presiones económicas, políticas, laborales, condicionamientos, presiones, chantajes o cualquier otra medida que obligue a callar a los periodistas mexicanos.

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