De buzón a buzón 339 LOS INFORMES DE GOBIERNO
LOS INFORMES DE GOBIERNO
Todos los informes de gobierno, incluyendo los presidenciales, no son más que actos protocolarios y cumplimiento de una disposición gubernamental, porque su contenido no interesa al pueblo al que va dirigido, por dos razones fundamentales: se conoce de sobra lo que se hizo o se dejó de hacer y su forma de presentación es siempre engañosa, aparte de que el llamado mensaje político que se le agrega es demagógico y de autoelogios. Cuando los informes eran leídos por el mandatario en turno ante el congreso correspondiente, lo único desconocido era lo que se llamó la “danza de los millones”, porque contenían infinidad de cifras de supuestos gastos e inversiones en obras públicas, en pagos de servicios y de todo tipo de actividades oficiales. Era notoria la falsedad y adulteración de las cantidades citadas, por eso se acompañaban de explicaciones tediosas e innecesarias. Es de suponerse que los informes de ahora son copia fiel de los anteriores, tal vez corregida y aumentada, por eso se entrega en gruesos volúmenes y a través de un propio, para que el mandatario ni siquiera se tome la molestia de acudir al congreso de que se trate. Lo único positivo del cambio fue que se dejó de obligar a la burocracia y a los miembros de los sindicatos oficiales y oficialistas a asistir a escuchar y aplaudir, y de que en el caso del informe presidencial dejó de ser día de descanso obligatorio.
El pasado día 15 el gobernador Gabino Cué Monteagudo, siguiendo la nueva costumbre, envío al Congreso del Estado su quinto informe de gobierno, por lo que era suficiente un sello de recibido por parte de la Oficialía de Partes y no una sesión formal y solemne como la que hubo, a pesar de ser domingo y de la poca seriedad que se le da a estos ordenamientos legales. Ante los legisladores, el priísta enviado dijo que el informe textual y su anexo estadístico reseñan con precisión el estado que guarda la administración pública estatal correspondiente al ejercicio fiscal 2015: “Es un compendio de obras y acciones que reafirman el compromiso del gobernador con el desarrollo y progreso integral de la entidad”. Exhortó a los funcionarios estatales a que estén atentos al llamado del Congreso para comparecer y atender puntualmente los requerimientos que se les formulen con motivo de la glosa de este informe, del que seguramente lo único importante es lo que señaló el presidente de la mesa directiva de la 62 legislatura: la recuperación de la rectoría educativa en la entidad, lograda el pasado 20 de julio con el apoyo de la federación, y que durante 23 años tuvo en sus manos el sindicato magisterial, para explotarlo económicamente y adquirir fuerza para someter a sus agremiados. En el informe se asegura que con el nuevo Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, el profesorado tiene garantizados sus derechos y adquiere beneficios para su desarrollo personal y profesional.
En cuanto al contenido global del informe, se dijo que da cuenta de las acciones realizadas y de los logros alcanzados “en los cuatro ejes temáticos y políticas transversales que conforman el plan estatal de desarrollo de Oaxaca 2011-2016”, plan que posiblemente se dé a conocer en las sesiones en las que comparecerán miembros del gabinete gubernamental, pero que no será de interés general, porque estos funcionarios no tienen la capacidad suficiente ni la personalidad requerida para hacer creíble un informe basado más en proyectos que en realizaciones. En la sesión solemne pero intrascendente se hizo mención a que en la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación, a Oaxaca le fueron asignados 85 mil 500 millones de pesos para el ejercicio 2016, y que el Congreso vigilará que se apliquen debidamente en los rubros de infraestructura, salud, educación y desarrollo de los pueblos indígenas. Como se sabe, lo mismo se dijo en la aprobación de los préstamos logrados, con los que subió como nunca antes la deuda gubernamental, pero los resultados no es posible que aparezcan sorpresivamente en un informe de gobierno. En su “mensaje” del día siguiente, el gobernador hizo notar que tras haberse consumado la alternancia política en Oaxaca y haber dejado atrás ocho décadas de unipartidismo y gobiernos autoritarios, en los últimos cinco años ha madurado la cultura de la democracia en el desempeño gubernamental, por lo que el proceso de transformación ya se ha iniciado y no se detendrá, porque se encuentra arraigado en el corazón de los oaxaqueños. En realidad no ha madurado la cultura de la democracia sino el democratismo y la ingobernabilidad, como puede demostrarse con la gran cantidad de presuntos candidatos a la gubernatura que hace tiempo andan en campaña, algunos derrochando deshonestamente el presupuesto oficial de que disponen para promoverse escandalosamente.
Los temerosos legisladores, que no han tenido el valor suficiente para aprobar una ley de educación estatal que armonice con la federal, solicitaron el apoyo de más de cuatro mil policías locales y federales para proteger su sede durante el acto de recepción del informe, pero estos no fueron capaces controlar, menos de someter al reducido grupo de integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, que no llegó ni a mil, pero que logró bloquear los accesos a dicha sede, impidiendo el paso de invitados, funcionarios y hasta de los propios diputados, obligándolos a llegar al inmueble por caminos de terracería, para exigir la aprobación de su Plan para la Transformación de la Educación en Oaxaca y convertirlo en Ley Estatal de Educación. Esto contradice los informes de las procuradurías de justicia, de que buscan y no encuentran a los dirigentes de la sección 22, contra los que existen órdenes de aprehensión sólo por los delitos que han cometido durante los últimos meses. Si estos permanecen impunes, el buen fin de este gobierno del cambio será su falta de aplicación de la ley.
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