Cuestión de Enfoques: #YoMeQuedoEnElPRD
Por: Juan Pablo Zárate Izquierdo**
Han pasado los primeros días desde que Andrés Manuel López Obrador decidió separarse del PRD e iniciar una ruta en la construcción de su propio partido sin el cobijo del Movimiento Progresista, incluido el Partido del Trabajo y el Movimiento Ciudadano y no ha ocurrido algún evento que indique crisis en cualquiera de estos partidos mucho menos en la visión de la Izquierda mexicana.
Si bien es cierto que rumbo al cauce institucional que prepara López Obrador para dirigir su estrategia con la creación de un partido político y jugar las mismas reglas que los demás delimitadas por las leyes electorales, ahora el reto de los partidos de izquierda será mostrar una membresía real, contante y sonante en cada uno de sus padrones de afiliados para encarar tanto a las elecciones internas respectivas como una verdadera lucha real por candidaturas en los comicios futuros…
Por: Juan Pablo Zárate Izquierdo**
Han pasado los primeros días desde que Andrés Manuel López Obrador decidió separarse del PRD e iniciar una ruta en la construcción de su propio partido sin el cobijo del Movimiento Progresista, incluido el Partido del Trabajo y el Movimiento Ciudadano y no ha ocurrido algún evento que indique crisis en cualquiera de estos partidos mucho menos en la visión de la Izquierda mexicana.
Si bien es cierto que rumbo al cauce institucional que prepara López Obrador para dirigir su estrategia con la creación de un partido político y jugar las mismas reglas que los demás delimitadas por las leyes electorales, ahora el reto de los partidos de izquierda será mostrar una membresía real, contante y sonante en cada uno de sus padrones de afiliados para encarar tanto a las elecciones internas respectivas como una verdadera lucha real por candidaturas en los comicios futuros.
En Chiapas, Andrés Manuel López Obrador, tiene una gran simpatía dentro de la sociedad y la afinidad hacia sus ideales se ha reflejado en votos en cada uno de los comicios federales donde ha participado, en las que el PRD ha participado decidida y organizadamente de tal forma que ha demostrado ser una fuerza real al conservar su voto duro de más de doce años.
Se ha ido López Obrador y ahora queda para el PRD la tarea de organizarse y replantear una ruta de militancia real en la que el fortalecimiento de la izquierda, para los que han decidido seguir la ruta del partido del Sol Azteca, sea dentro del mismo PRD.
Desde la creación del Movimiento Regeneración Nacional en todo el país se cuestionó que en las listas de sus padrones estuvieran militantes perredistas, petistas, así como del Movimiento Ciudadano y ante la separación de López Obrador de las filas del PRD y dar por terminada la relación con el PT y MC que tenía como Movimiento Progresista, ahora el MORENA deberá atender una lista propia de sus agremiados.
En todo México, en diversos medios y sectores de la sociedad se ha reconocido a López Obrador como el principal referente de la Izquierda en México y es, sin duda alguna, un gran líder social e impulsor de la democracia, pero ahora asumirá, evidentemente, el papel de jefe de partido político ante las demás fuerzas del país.
Queda una gran empresa de ahora en adelante además de generar una militancia propia dentro de los partidos y es la de alentar a que las izquierdas y el PRD en particular construya líneas políticas y formas organizativas que unifiquen la visión de la izquierda a pesar de la pluralidad misma de los orígenes de los militantes.
Habrá quienes vean en MORENA una alternativa al no encontrarla en el PRD y no habrá mejor opción para ellos que emigrar hacia ese movimiento y generar las posibilidades que se conforme un partido político, pero su definición les obliga a generar una permanencia en una sola ruta. Ya no habrá dos caminos, ni simulación. El tiempo de las definiciones lo demanda.
Se ha ido López Obrador del PRD y con él sus seguidores y simpatizantes. Se fue quien promovió una alternativa en el difícil tránsito de la construcción de la democracia en México e instituyó junto a otros al Partido de la Revolución Democrática sí, pero se saluda el paso de un hombre que bajo el cauce institucional electoral se convertirá en líder de un partido nuevo, una vez que MORENA así haya sido determinado.
Andrés Manuel López Obrador se despidió en los mejores términos y con la frase de “estamos a mano y en paz” cerró un capitulo en este instituto político.
¿Qué sique ahora? Demostrar el camino en todos los partidos políticos de izquierda con una militancia real y efectiva de los que decidan seguir en sus trincheras y los que afronten la tarea de la construcción de otra opción dentro de esta forma de hacer política.
Sí, López Obrador le dio mucho al PRD y sí, el PRD le dio mucho a López Obrador. Todo queda en los mejores términos, ahora queda en los perredistas respetar la decisión, seguir construyendo partido, bajo la premisa del movimiento del #YoMeQuedoEnElPRD (el cual ya tiene su hashtag en Twitter) y desearle suerte a Andrés Manuel López Obrador en su nueva ruta, donde el próximo punto de coincidencia electoral será el 2015 y, sin duda alguna, las boletas del 2018.
**expresidente del Consejo Político Estatal del PRD en Chiapas
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