CONVOCA EN LA FUL 2015 “EL CAMPO QUE YO CONOCÍ”, DE GÓMEZ VILLANUEVA, A REVISAR SERENAMENTE EL ACTUAR POLÍTICO
CONVOCA EN LA FUL 2015 “EL CAMPO QUE YO CONOCÍ”, DE GÓMEZ VILLANUEVA, A REVISAR SERENAMENTE EL ACTUAR POLÍTICO
* Hidalgo es semillero de una estirpe de grandes personajes que nos infundieron coraje contra la injusticia y amor por México y por la tierra, afirmó; instó a los jóvenes a creer en México y formar una corona de afecto por los maestros que infunden vida, esperanza e ideales
Pachuca de Soto, Hgo., a 25 de agosto de 2015
Durante el primer día de la Feria Universitaria del Libro, FUL 2015 que organiza la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo bajo los auspicios de su Patronato y de Conaculta, al acercarse las 6 de la tarde un inusual desfile de políticos se dio cita en el Pabellón “Nicolás García de San Vicente”, instalado en el Polideportivo Carlos Martínez Balmori de esa casa de estudios y la causa de tal convocatoria fue la presentación del libro de 900 páginas titulado “El campo que yo conocí” del legendario político aguascalentense Augusto Gómez Villanueva.
El hombre que marcó el inicio y fin de una época en la política del campo mexicano y quien fuera el primer secretario de la Reforma Agraria se decidió, luego de casi cuatro décadas, a escribir las memorias de su trayectoria en el sinuoso camino del servicio público que recorrió compartiendo la perspectiva y proyecto de Luis Echeverría Álvarez, ex presidente de México y a quien le presentó el primer ejemplar de este compendio en junio de este año, cuando apenas el editor Miguel Ángel Porrúa lo anunciaba como próxima novedad en sus estanterías.
Al hacer la presentación del libro en la FUL 2015, Miguel Ángel Porrúa, librero y editor de la obra documental, hizo un recuento de su propia experiencia en el trato personal con Augusto Gómez Villanueva, a quien calificó de hombre leal, caballero de exquisita memoria, de trato gentil, valiente y respetuoso.
El voluminoso texto, informó el editor, se logró gracias a la colaboración, además, de los gobiernos de los estados de Durango y Chihuahua, la Sociedad de Geografía y Estadística y una empresa del sector privado. Para abonar al conocimiento de la obra de Gómez Villanueva, Porrúa aseveró que el libro se suma a las muchas obras buenas que el político ha realizado a lo largo de su trayectoria como hombre de poder y de conocimiento. “El conocimiento es sólo una herramienta para la vida y es más disfrutable si se rodea de lecturas, de música, del hacer obras y obras buenas”, concluyó.
También fungió como presentador de “El campo que yo conocí” el coordinador general del Congreso de Hidalgo, Ernesto Gil Elorduy, quien esbozó que la publicación servirá como documento fuente para la historia reciente del país, pues muestra el análisis de los actores de la política mexicana desde el punto de vista de Gómez Villanueva y, en cuanto a los valores literarios del libro, Gil Elorduy manifestó que consta de tres cualidades de estilo, claridad, precisión y sencillez, lo que proporciona al lector un alcance más claro del conocimiento fidedigno de los acontecimientos ahí narrados.
Entre tanto, en la primera fila se encontraba el ex gobernador del estado de Hidalgo, Adolfo Lugo Verduzco, miembro de la dinastía Lugo (pues en Hidalgo la gubernatura ha sido ocupada por varios sus familiares: sus tíos Bartolomé Vargas Lugo, Javier Rojo Gómez, José Lugo Guerrero y sus primos Jorge Rojo Lugo y Humberto Lugo Gil, quien falleciera en 2013. Lo acompañaba José Antonio Rojo García de Alba, actual diputado por Hidalgo, entre otros.
Al tomar la palabra Augusto Gómez Villanueva agradeció las palabras elogiosas que recibió de sus presentadores y disertó sobre la mirada que debe mantenerse sobre el devenir histórico de cada actuación política y sus consecuencias “ya con los ánimos en calma”.
Dijo que su libro es una obra de gratitud hacia aquellos que le permitieron estar en las actividades que forman parte de un momento histórico sin precedente y que además puso “como nunca” el énfasis en el campo y los campesinos, “pues la lucha agraria fue un parteaguas en esos años en los que los latifundistas manifestaron su encono contra la obra progresista y reivindicadora del licenciado Echeverría y de Lázaro Cárdenas”, apuntó el político y autor.
Y agregó: “Entregamos 24 millones de hectáreas a los campesinos del país en el régimen de Echeverría, 12 que correspondían a su gobierno y 12 a gobiernos anteriores. El campo estaba incendiado, los jóvenes del 68 estaban justamente indignados (por los latifundios) y tenían como bandera la imagen de Fidel Castro y del Ché Guevara. Nosotros habíamos sido solidarios con la revolución socialista de Cuba; como jóvenes habíamos acudido en masa al Zócalo de México con el general Lázaro Cárdenas para gritar ¡Viva la Revolución Cubana!; habíamos estado ahí y, de pronto los jóvenes influyendo a los campesinos para que invadieran las tierras y había que hablarles y decirles: invadir las tierras es contrarrevolucionario porque lo único que van a originar es que entre el Ejército y si entra el Ejército vamos a manchar la obra de un gobierno, tenemos que discutir ustedes y yo toda la noche hasta el amanecer…”
“Lo importante es que las ideas que se transformaran en leyes, así con Luis Echeverría, tomamos la decisión de mandar a los mejores hombres campesinos como diputados de la CNC, fueron en esa ocasión setenta y tantos diputados, auténticos líderes campesinos, quienes me apoyaron para hacer la Ley de la Reforma Agraria. Hicimos tres leyes: la de Reforma Agraria, la de Crédito Rural y la de Aguas, para lograr que pudiéramos darle sustento a una nueva etapa de reordenación del país, un país donde teníamos que acabar con el latifundio, por lo mismo no sólo tuvimos que enfrentarnos a los latifundios ganaderos, forestales, de las grandes empresas agropecuarias de Sonora y Sinaloa, sino a fenómenos de acaparamiento de tierras en el país”.
Además, agregó, “que la primera vez que alguien se fijó en mí para ejercer el poder, pero para cumplir fue Javier Rojo Gómez, un hombre extraordinario que fue mi maestro. Quién imaginaría que un día llegó a Aguascalientes a entregar el último pedazo de tierra de una hacienda que sobrevivía y ahí tuve el honor de conocerlo y él desde entonces dijo: ‘Este joven tiene que estar incorporado en la Cámara de Diputados como diputado agrario y una gente de la CNC’. Y cuando yo era Jefe del Departamento Agrario y él gobernador del Estado de Hidalgo, lo primero que hizo al verme y cuando él llego me fue a plantear que teníamos que recuperar las tierras de Cancún, de Xel-Ha, de Akumal en Quintana Roo y por esta razón, un hombre que había sido mi maestro, mi formador, mi instigador me llegó a decir: ‘¡ya estás en el poder, ahora a cumplir!’. Y cumplimos. Fuimos con el licenciado Echeverría y nos dijo: ‘Váyanse y tráiganme el proyecto de Resolución Presidencial’.
Gómez Villanueva dijo que en consecuencia en muchas de las grandes extensiones de tierra que se expropiaron se encuentran todavía los complejos turísticos más importantes del país: “El turismo de México posee aún la reserva con que Luis Echeverría dotó al país: Puerto Vallarta, Bahía de Banderas, Cabo San Lucas, Ixtapa Zihuatanejo. Y, además de la Reforma Agraria, se transformó el país en una nueva estructura permitió enfrentar los retos de esa generación, lo mismo en el campo que en el ámbito internacional”.
“Del Terrorismo de Italia a la Revolución Sandinista”, será su próximo libro en el que plasmará su trayectoria ya como embajador de Italia y de Nicaragua, una vez que concluyó el sexenio de Luis Echeverría y el desencuentro con el régimen de su sucesor.
Dijo que en conclusión, en política el Estado debe ser rector de la economía y del campo. Y relató: “La importancia de tener una línea de continuidad expresada en la Constitución, los principios de Reforma Agraria y, más tarde de Política Exterior que fueron consagrados en el artículo 89 de la Constitución, por el presidente Miguel de la Madrid Hurtado; mismo que junto con el ex gobernador Adolfo Lugo, fuimos compañeros de esa generación soñadora de Ciencias Políticas que tuvo la fortuna de compartir en las aulas”.
Importancia de la difusión del pensamiento
Y dirigiéndose a su auditorio: “Como ustedes, jóvenes que ahora comparten en esta hermosa Feria del Libro, que pueden pensar que pueden llegar tan lejos como quieran para defender a su terruño, defender a su país, y construir un México en medio del oleaje y de las turbulencias del mundo actual bajo el cobijo de una gran universidad como es la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo”.
“Es importante que se den cuenta —agregó— que la Universidad realiza hoy esta Feria del Libro, con un homenaje a los más importantes editores que promueven la difusión del pensamiento, como lo hace nuestro amigo Miguel Ángel Porrúa y además en un Estado donde hay una escuela política; yo fui alumno de don Javier Rojo Gómez, pero también fui compañero de otro extraordinario hidalguense, Jorge Rojo que fue mi compañero en la universidad y con él compartí en la Confederación Nacional Campesina y que hoy tengo el gusto de compartir con su hijo, el señor diputado José Antonio Rojo, quien esta tarde me honran con su presencia porque en esta tarde logramos reunirnos. Sean conscientes de quiénes son, quiénes los anteceden y hasta dónde quieren llegar”
Y continuó dirigiéndose a los jóvenes que abarrotaron el Pabellón: “Ernesto Gil Elorduy, aquí presente, es nieto de don Aguiles Elorduy quien fue contendiente de mi papá para diputado en Aguascalientes —a don Aquiles le tocó vivir el asesinato de Madero—, por eso digo que Hidalgo es semillero de estirpe de grandes personajes; por eso su presencia, las de ustedes, que nos dará la oportunidad de ver sueños y realizaciones, así con ustedes jóvenes. Crean en México y tratemos de formar una corona de afecto y de recuerdo para nuestros maestros que nos dieron vida, ideales y esperanza”.
Finalizó diciendo: “Fui padrino de una generación de egresados de esta Universidad hace 45 años, y hace poco nos reunimos, y ya mis ahijados son hombres maduros y canosos. En esa reunión el gobernador Olvera nos dijo que había sido alumno de varios de nosotros. Fíjense que importante, que esa generación que me tocó a mí formar, haya sido la formadora de otra generación política importantísima en el desarrollo de nuestro país. Hidalgo es cuna de grandes personalidades que han transmitido su coraje frente a la injusticia y nos han contagiado su amor por la tierra y por México”.
Mayor información en:
Portal de la FUL
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