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Cinco años de malos manejos en los recursos públicos

Cinco años de malos manejos en los recursos públicos

Por: William Hundelshauseen Carretero

Presidente Nacional APIC

Desde Campo Elías Terán,  alcalde de Cartagena en 2012,  han pasado ocho mandatarios en cinco años, Felipe Merlano,  Óscar Brieva, ejercieron como encargados. En su momento, fue nombrado Bruce Mac Master, el también fallecido Carlos Otero, En elección atípica  eligieron a Dionisio Vélez ante la muerte de Campo Elías, posteriormente eligen a  Manuel Vicente Duque,  y a la suspensión y posterior renuncia de este asume Sergio Londoño Surek, en estos cinco años los casos de corrupción se incrementaron sobre todo cuando muchos creerían que el cambio había llegado ya que veníamos de administraciones perversas y resulto ser otro escenario de gran corrupción política  partidista y el manejo de los asuntos públicos en Cartagena, con grandes casos de putrefacción, violencia y criminalización de sus dirigentes.

Cartagena en sus últimos cinco años no está exenta de estos problemas. Una mirada a su historia revela la persistencia del clientelismo, de concejales, entes de control y alcaldes involucrados en malos manejos de los recursos públicos, injerencia indebida del sector privado en la política y violencia e inseguridad en sus calles, actuando los factores de pudrimiento que han estado presente en todas las administraciones: Partidos y Movimientos en competencia sin controles ni regulaciones; Predominio de políticos orientados por la lógica de la apropiación que manejan sus electorados mediante el clientelismo; Un tejido de alianzas o acuerdos entre dirigentes para el reparto de la burocracia, de los contratos y los recursos públicos; Presencia continuada de actores económicos poderosos que inciden decisivamente sobre los resultados electorales. Y, la Contraloría, Personería y la Procuraduría actúan básicamente mediante sanciones, pero no con advertencias o control previo de los funcionarios. Es más: aunque muchos han sido sancionados, no se recuperan lo recursos públicos de los cuales ellos se apropiaron de modo indebido. A Cartagena parece haberle caído todas las plagas; necesidades insatisfechas, mayores índices de pobreza, inseguridad, escasez de alimentos, y quienes pagan son los niños, quienes a pesar que realizan contratos súper millonarios comprando pechugas a 40 mil pesos, a ellos por lo costoso no consumen este alimento ya que su verdadera ración es: medio huevo, un pan y media tapa de naranja, por eso sufren de física desnutrición.

El otro mal de Cartagena se concentra en su clase dirigente. Durante estos últimos cinco años los 8 alcaldes, incluso el gobierno nacional, han fallado en sacar a la ciudad de su postración y los Congresistas que representan a Bolívar, tampoco parece que puedan dar soluciones y mientras tanto estamos otra vez en un estado de interinidad, justo cuando la crisis política que vive la ciudad no da espera, la situación es indeseable y no creo bajo ciertas excepciones que algunos de los 27 candidatos a remplazar a MANOLO, lo saque de esas interinidades que no tienen acostumbrado los últimos alcaldes y que jamás pueden ser buenas para sus habitantes.

Sigue siendo un duro golpe para Cartagena que sus líderes populares le resta su gobernabilidad, por no saber escoger al no ponerse de acuerdo en un buen candidato, en una persona idónea, para satisfacer sus necesidades y no piense en robarse y repartir con sus financistas los recursos del pueblo, la ciudad está en su hora más aciaga y lo peor es que  tendrá que someterse a unas nuevas elecciones atípica, donde el presidente debe convocarla pronto, en un momento en que lo que se necesita es superar las dificultades, tanta miseria, niños desnutridos, inseguridad, obras inconclusas durante tantos años, problemas de malos manejos de recursos públicos, corrupción, con unos concejales inteligentes y dedicados a la lectura al punto de leerse 7 libros y medio cada mes, no es bueno si no se sabe elegir, por eso llegó el momento de la unión en torno a La ciudad, hay que plantear un acuerdo político para escoger un solo nombre, y más allá de intereses personales y partidistas, sea quien logre salvar al distrito, “sin ningún tipo de mezquindades”, para no entrar de nuevo en una etapa de interinidad, que no permite que los planes y programas que se están coordinando con la administración local y nacional se ejecuten en debida forma. Evitando, Cinco años de malos manejos en los recursos públicos

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