Banorte, Primer Lugar en Denuncias por Robo o Clonación de Tarjetas de Crédito y Débito
Banorte, Primer Lugar en Denuncias por
Robo o Clonación de Tarjetas de Crédito y Débito
Por Raúl Oscar MARCELINO VICTORIA
“Tendrá que demandar al Banco. Será un juez el que decida”, me dijo tajantemente una abogada del Banco Mercantil del Norte (Banorte) al acudir a una audiencia de conciliación en las instalaciones de la Comisión Nacional para la Protección a Usuarios de Servicios Financieros (Condusef). Y me pareció muy sensata la sugerencia de la representante legal, pues en un principio algo había raro. Hoy día este banco ocupa el primer lugar por robo o clonación de tarjetas de débito y de crédito, por la falta de un sistema eficiente de prevención y cuidado.
Es que el 15 de junio del año en curso, un sujeto con engaños me “asesoró” y sutilmente se apoderó de mi tarjeta de débito. A los pocos minutos recapacite y solicité a un familiar hiciera el reporte de robo de tarjeta, por ello el banco nos dio un número de folio ese mismo día, a la hora y media.
Al checar mi estado de cuenta en mi lap top, me enteré que el ratero hizo un retiro de siete mil pesos. Ajustándome a los protocolos, el lunes 17 del mismo mes y año acudí a la sucursal Morelos donde fue aperturada mi cuenta; comprobé la mala noticia, un empleado me proporcionó una copia del cargo, el cual reporté desconociendo la operación.
Al hacer el reporte de no reconocimiento, en oficinas centrales vía telefónica me proporcionaron un número de folio de seguimiento. El día 20 del mismo mes y año en curso acudí a la sucursal Morelos a saber el resultado del movimiento mencionado. Resultó que era IMPROCEDENTE el veredicto de Banorte (¿?). Hasta donde yo sé, quien decide si es o procedente un caso es un juez de causa. Es decir, en aquella ocasión Banorte de erigió como juez y parte.
Bueno, a sugerencia de una empleada de Banorte acudí a la Fiscalía General de Justicia del Estado de México a levantar la denuncia, allí fue integrada la respectiva carpeta de investigación. Días después me dirigí a la Condusef a hacer lo propio, donde llené un formato.
Transcurriendo 20 días regresé a Condusef. Me dijeron que tendría que ampliar mi queja, ya que no había pormenorizado todos los cargos, de los cuales les deje copias que me dio el propio Banco a través de un empleado. Llene un nuevo formato con esa exigencia. Me dieron una cita de audiencia de conciliación para el 20 de agosto del año en curso.
El día indicado la representante legal de Banorte me dijo: “Tendrá que demandar al Banco. Será un juez el que decida”. Al hacerle yo preguntas, amablemente me contestó. Aunque para todo daba justificación, lógico que no estuve de acuerdo con ella, salvo en la necesidad de que intervenga un juez de causa.
La licenciada de Condusef que nos atendió preguntó a la representante legal si iba hacer algún porcentaje de ofrecimiento. La abogada contestó que no. Por ello Condusef me canalizó al Instituto Federal de Defensoría Pública, Estado de México, con un documento dirigido al delegado regional Ananías López Hernández para que se me represente legalmente y pueda iniciarse un juicio.
Por cierto, al decirle yo a la representante legal que es fácil detener a los rateros de tarjetas siempre y cuando Banorte proporcione a la Fiscalía copia de los videos y se solicite a la dependencia operativos los fines de semana, ella me contestó: “Ningún ciudadano puede solicitar una copia de video a un Banco, solamente un juez; es por la seguridad de los bancos”. De los operativos hizo ademanes para decir con reserva de duda “pudiera ser”. Sin embargo, la dama no decide. La posición de Banorte es irse a juicio.
A propósito, en las últimas fechas ha habido demasiadas demandas contra Banorte por robo o clonación de tarjetas de débito y de crédito, ocupando el primer lugar, ello por la falta de un sistema eficiente de prevención y cuidado. De esto nos dimos cuenta al acudir al Instituto Federal de Defensoría Pública, Estado de México.
Derivado de lo anterior, el abogado encargado de revisar los casos se encuentra mal humorado; de manera déspota atiende a la ciudadanía: En lo particular a mi me mencionó que se podría perder el caso, luego recapacito diciéndome que tengo debo contratar a un perito que seguramente me cobrará cuatro mil 500 pesos, ya que ellos no tienen.
Al preguntarle donde consigo un perito, resaltó que en algún lugar de Toluca. Enseguida me indicó que esperara en la sala para recibir más información. Y en cortó instruyó a un empleado abogado para que me hiciera un estudio socio económico de campo, es decir, yendo a mi casa para constatar dónde y cómo vivo, inclusive me hizo preguntas relacionadas con el entorno de San Pablo Autopan, delegación de Toluca donde radico, lo que por cierto, no es muy frecuente que se ordenen estudios socio económicos de campo, salvo en casos especiales. No vaya a pensar el asesor jurídico que yo soy el ratero.
eso no tendra nada que ver con el caso de Americo Garza en monterrey
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