* La familia Solís convierte el Ayuntamiento en negocio privado
* ¿Y los regidores? ¿También harán como que no ven?
* El primo agresivo, la hermana favorecida y un alcalde que protege a los suyos mientras el Cabildo guarda silencio
Por Alfredo Hernandez
Almoloya de Juárez, México.— La indignación crece mientras el Ayuntamiento parece haber sido tomado por una sola familia. La administración de #AdolfoSolísGómez enfrenta acusaciones cada vez más fuertes de #nepotismo descarado, ahora bajo el reflector por la presencia simultánea de su #ThalíaSolís y de su primo hermano Sergio “El Chacal” Solís, quienes se mueven dentro del gobierno municipal como si se tratara de una herencia familiar.
Mientras Thalía Solís presume influencias, control de áreas y privilegios dentro del DIF Municipal, #SergioSolís —también asignado al mismo organismo— se exhibe en fotografías dentro de las bodegas del DIF como si se tratara de logros propios, pese a los señalamientos ciudadanos por su comportamiento agresivo y sus recientes amenazas contra un comunicador.
El “Clan Solís” dentro del gobierno, Ciudadanos denuncian que Thalía y Sergio no son casos aislados, sino parte de una red familiar que opera bajo protección directa del alcalde.
La pregunta se repite en voz alta por todo el municipio:
¿El Ayuntamiento es una institución pública o la agencia de empleos privada de la familia Solís?
La figura del presidente municipal queda debilitada por su silencio cómplice ante los señalamientos contra sus propios parientes.
Sin embargo, hay un punto que ahora genera aún más molestia social:
**¿Y los regidores?
¿Por qué callan ante estas anomalías?**
Mientras los Solís ocupan espacios estratégicos, los regidores —cuya función es vigilar, fiscalizar y denunciar abusos— guardan un silencio que ya empieza a interpretarse como complicidad o indiferencia.
#Regidores que deberían estar exigiendo claridad, revisando nombramientos, pidiendo cuentas y señalando prácticas indebidas… hoy permanecen inmóviles ante lo que ciudadanos describen como un abierto desorden administrativo y un nepotismo sin freno.

El pueblo exige respuestas, La creciente presencia de familiares del alcalde —y sus parejas— en distintos cargos ha detonado un fuerte malestar social. Trabajadores y habitantes cuestionan la ética de estas prácticas, la nula transparencia en los nombramientos y la falta de acción del Cabildo.
Frente al desbordado poder familiar y la ausencia de controles internos, Almoloya de Juárez se enfrenta a una pregunta inevitable:
¿Gobierna un Ayuntamiento o gobierna un clan?
