BAJO NIVEL DE LAS CAMPAÑAS POLÍTICAS
BAJO NIVEL DE LAS CAMPAÑAS POLÍTICAS
Como la ciudadanía califica el nivel de las candidaturas a puestos de elección popular, así se encuentran las campañas políticas, porque a dos semanas de las elecciones la indiferencia sigue predominando, ya que nada positivo se ha planteado, y todo se reduce a la copia fiel de lo que ha ocurrido tradicionalmente, a pesar de la gran variedad de los partidos y de los candidatos, que son los únicos que han suscitado alguna preferencia, porque los partidos políticos siguen en decadencia y desprestigio, y ninguno ha sido capaz de despertar la adhesión de los votantes, porque se desconocen los destinos de los altos presupuestos que les asigna el gobierno federal, provenientes de los impuestos de los contribuyentes, a quienes les irrita que su dinero vaya a parar al bolsillo de la clase política, incapaz de promover algún beneficio para la población. En Oaxaca la situación se ha vuelto crítica, ya que las campañas se han reducido a una guerra sucia que lamentablemente es impulsada por las propias autoridades, y aplicada por los más negativos candidatos, sobre todo por los que aspiran a ocupar la gubernatura del estado.
Dos han sido los candidatos a la gubernatura que con más encono encabezan la guerra sucia, sobre todo contra el candidato de la alianza Con Rumbo y Estabilidad por Oaxaca, porque se nota que desde un principio fueron seleccionados para apoyar al candidato de la coalición Juntos Hacemos Más, que aparte del dinero que se sabe que recibieron, tienen resentimientos contra el gobernador del estado y el candidato Estefan Garfias: Benjamín Robles Montoya, del Partido del Trabajo y Salomón Jara Cruz, de Morena. Este se siente triunfador y con la autoridad moral necesaria, sólo porque su propaganda la hace abrazado del líder popular López Obrador, suponiendo que con eso se olvida un negro pasado. Benjamín porque ha contado con el apoyo del diario la Jornada, al que ha hecho creer que se trata de un líder social, y que con ello borra su pasado de arribista y traidor, pues en Oaxaca son de sobra conocidos sus antecedentes desde que llegó patrocinado por el gobernador Gabino Cué, a quien ahora denigra y afirma calumniosamente que patrocina la candidatura de Estefan Garfias.
De los otros candidatos es inútil ocuparse, porque no significan más que instrumentos para tratar de conservar el registro de los partidos que los postulan y de dividir la votación para el triunfo priísta. En cuanto a Robles Montoya, ha recibido amplio respaldo de La Jornada desde el pasado tres de mayo, en que como nunca se había visto en ese diario, da amplia publicidad a las afirmaciones calumniosas de este candidato, al publicar que operador de Gabino Cué y candidato de AN-PRD tienen cuentas millonarias en Estados Unidos, y que buscan hacerse más ricos sin importarles el pueblo de Oaxaca. A este chilango michoacano sólo le interesa de Oaxaca seguir haciéndose más millonario, por eso denunció en ese mismo diario el nueve del mismo mes que el incremento en el número de pobres hizo que Oaxaca pasara de ser la tercera a la segunda entidad con mayor proporción de sus habitantes en pobreza, según indican las mediciones oficiales: “Oaxaca se ubica como el séptimo estado del país con mayor crecimiento de la pobreza y el cuarto con el aumento más significativo en extrema pobreza.” De Michoacán, donde la situación real es más grave, ya no se ocupa ahora porque no le produce lo que le dejó durante su estancia en ese estado.
Más adelante, con declaraciones de Robles Montoya, La Jornada publica: “La entidad oaxaqueña ha recibido crecientes montos de recursos de la federación, como ocurrió con la mayoría de las entidades federativas en los años recientes, en que el precio del petróleo elevado aumentó el presupuesto participable. El monto creciente de participaciones federales -que no ha incidido en una reducción de las condiciones de precariedad en que viven dos de cada tres oaxaqueños- ha incrementado la dependencia del gobierno estatal respeto de los recursos que recibe de la federación”. Es muy claro y notorio el apoyo de este diario a la candidatura priísta, pues a través de Robles Montoya, del que la retribución que recibe es notable, publicó al día siguiente, y con el mismo destacado espacio, que “la administración del gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, duplicó el saldo de la deuda de la entidad hasta llevarla a un nivel sin precedente. Ha sido un periodo de debilitamiento financiero, acompañado de la conformación de un grupo de intereses con negocios al amparo del gobierno y la acumulación de riqueza puesta a la luz en días recientes con la divulgación de cuentas bancarias fuera del país, una de ellas a nombre de José Antonio Estefan Garfias, candidato del oficialismo a la gubernatura para la elección del próximo cinco de junio. En Oaxaca, que en los últimos cinco años recibió crecientes montos de transferencias presupuestales, pero que a la vez resintió un incremento de la pobreza, la deuda pública se disparó a un nivel histórico, tanto en su monto como en su proporción respecto del tamaño de la economía del estado”.
La anterior nota no la firma algún reportero ni corresponsal, sino que se la atribuye la propia redacción del diario, lo que confirma su apoyo al candidato del Partido del Trabajo, por suponerlo de izquierda aunque trate de ignorar sus antecedentes, pero al mismo tiempo publica notas favorables al candidato de la coalición PRI-PVEM-PANAL a la gubernatura y a la Presidencia Municipal de la ciudad de Oaxaca de Juárez, sin tomar en cuenta que éste ya fue presidente municipal y que se caracterizó por la nulidad de su actuación y por haber dejado el cargo para pasar a ocupar otro puesto político. Al pueblo oaxaqueño no se le puede engañar, porque tiene muy presentes los antecedentes de cada partido y candidatos.
abelsantiago30336@yahoo.com.mx