Descalificar las protestas muestra la desesperación de Sheinbaum      

Descalificar las protestas muestra la desesperación de Sheinbaum      

Primero fue la represión a la marcha de la Generación Z, la marcha de la Bata Blanca y el Movimiento del Sombrero, Morena trató de desestimar por todos los medios la protesta derivada del asesinato del presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo; después fueron las manifestaciones de los campesinos y transportistas. A estos hechos se suma la persecución política y crítica en contra de Alessandra Rojo de la Vega y Grecia Quiroz.

La respuesta del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo para los primeros manifestantes fue procesarlos, para los segundos, amenazarlos con fincar responsabilidades legales por el ataque a las vía de comunicación, así lo dijo su secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, ante las críticas la misma titular del Ejecutivo tuvo que retractarse. Finalmente, anunciaron una manifestación para apoyar a su presidenta, disfrazada de un festejo por los 7 años del gobierno de Morena.

A estas acciones hay que sumarle la persecución que han iniciado contra dos mujeres que por distintas razones han acaparado la atención de la población, Grecia Quiroz, esposa de Carlos Manzo, hoy presidenta municipal de Uruapan, quien fue encuestada para la gubernatura de Michoacán y salió por encima de las demás opciones y; Alessandra Rojo de la Vega, alcaldesa de la delegación Cuauhtémoc en la Ciudad de México que se ha convertido en una voz incómoda por sus críticas a la 4T, bandera con la cual ha despegado en imagen pública.

Los ataques a Grecia Quiroz por parte de Gerardo Fernández Noroña han desatado el enojo de la población, tomando en cuenta que su incursión en la política es derivada de una desgracia en la cual perdió a su esposo. Lo de Alessandra Rojo es más bien una persecución política usando el aparato de Estado, misma que ha sido ventilada por columnistas nacionales.

Si el gobierno de Claudia Sheinbaum lucía débil ante La Mayoría Silenciosa, hoy luce desesperado, la respuesta del gobierno a cada una de las acciones emprendidas dejan en claro el momento que viven derivado de su cerrazón ante los problemas de los ciudadanos. Descalificar ha sido el peor error que ha cometido, tomando en cuenta que el movimiento guinda creció al amparo de la protesta, aprovechando los yerros de sus adversarios y fustigando a los gobiernos en turno.

Hoy que están del otro lado, no hayan la manera de parar las embestidas que nacen de la sociedad, amparados en el extenso poder que la gente les brindó en las urnas, no han entendido que el diálogo y la negociación es la base de la política, rehuir a los acuerdos y hacer oídos sordos a la sociedad en nada ayuda al desarrollo de un país. Si bien, es cierto que cuenta con el apoyo de un sector de la población, al cual le otorga apoyos económicos, ese sector no puede subsistir sin las aportaciones de los demás sectores que se ven perjudicados; para que haya distribución de la riqueza, primero se tiene que producir riqueza.

La manifestación de apoyo a la presidenta Sheinbaum preparada para la próxima semana para hacer contrapeso a las manifestaciones recientes, solo son una medida desesperada para mostrar que la plaza pública les pertenece, pero eso ya es cosa del pasado. Claudia no es Andrés, por eso, tuvo que limitar el acceso al Zócalo de la Generación Z, generar confusión y disturbios que evitaron llenar el lugar.

Las encuestas que antes presumía, López Obrador, hoy le dan la espalda a la presidenta, Claudia Sheinbaum, otra muestra que ya no votarían por ella de nuevo, el resultado de las desatenciones a los problemas de La Mayoría Silenciosa es el hartazgo. Aunque muchos tratan de desestimar las protestas, las pláticas entre los sectores más desprotegidos de la población es que ya no van a votar por Morena

Sheinbaum sólo tiene dos caminos, cortar el cordón umbilical de López Obrador para poder ser y hacer un gobierno a su estilo o esperar a que su gobierno fracase debido al peso que le dejó su antecesor en diversas áreas del gobierno y los puestos de elección popular.

Horacio Duarte mal y de malas

El secretario general de Gobierno del Estado de México, Horacio Duarte Olivares sigue en la ruta equivocada, y eso lo aleja de su meta para suceder a La Maestra Delfina Gómez Álvarez, los últimos errores del número 2 es su mala operación política para entregar a Rosy Wong el control de Tecámac lo ha puesto en el ojo del huracán, la senadora Mariela Gutiérrez lo ha exhibido en medios de comunicación por meter las manos en los acuerdos que se habían generado en el municipio.

Aunque la senadora no es una perita en dulce, cuando se toman decisiones radicales de ese tipo se hacen con sumo cuidado o con la fuerza necesaria para dejar en claro quién manda en el estado.

Aunado a ello, nos cuentan que Duarte Olivares ha sido marginado de las reuniones con la presidenta de la República, indican que Claudia Sheinbaum está molesto con él, por su exposición en temas de huachicol, tanto así, que le pidió a Delfina Gómez no llevarlo a sus encuentros.