Primo del alcalde desata amenazas contra periodista… y el silencio de Adolfo Solís lo convierte en cómplice político

Primo del alcalde desata amenazas contra periodista… y el silencio de Adolfo Solís lo convierte en cómplice político

Almoloya de Juárez, México. — La crisis ética y de gobernabilidad dentro del Ayuntamiento de Almoloya de Juárez volvió a quedar expuesta. Esta vez, por un hecho que debería escandalizar a cualquier administración responsable: un familiar directo del presidente municipal lanzó mensajes de amenaza contra el periodista Alfredo Hernández, y hasta el momento, el alcalde Adolfo Solís Gómez ha optado por guardar silencio.

El servidor público Sergio Solís, conocido como “El Chacal” y trabajador del DIF municipal, publicó en redes sociales frases como:

> “A ti te hace falta que te parta la madre… ya te traigo entre ceja y ceja, perro.”

“Entre advertencia no hay engaño.”

“No es amenaza, simplemente es una advertencia; este Alfredo se está metiendo en chaleco de 11 varas; luego que no ande llorando.”

En cualquier gobierno con estándares mínimos de legalidad y ética, estas expresiones ameritarían suspensión inmediata, investigación administrativa, denuncia formal y una condena contundente del alcalde.

Pero en Almoloya de Juárez, nada de eso ocurrió.

El clan Solís: un poder familiar que se siente intocable

El caso de Sergio Solís no es aislado ni accidental. Ciudadanos y trabajadores del Ayuntamiento denuncian desde hace meses la existencia de un gobierno familiar, donde parientes del alcalde ocupan puestos dentro de la estructura municipal.

Entre ellos —de acuerdo con testimonios de la propia plantilla y habitantes— se encuentran la madre y otros familiares directos de Sergio Solís, lo que refuerza la percepción de que el Ayuntamiento opera bajo un círculo de privilegios, más que bajo una lógica de servicio público.

La presencia de familiares en el gobierno no es ilegal por sí misma, pero sí abre cuestionamientos graves cuando uno de ellos utiliza su posición para agredir, amenazar o intimidar… y la autoridad municipal prefiere mirar hacia otro lado.

Prepotencia sin control… avalada desde el poder

Sergio Solís, alias “El Chacal”, ha sido señalado por ciudadanos y trabajadores como una figura recurrente en actos de prepotencia y conductas alejadas de la ética pública.

El problema ya no es solo su comportamiento.

El problema es que la administración permite y normaliza ese comportamiento.

La falta de acción del alcalde Adolfo Solís no solo alimenta la percepción de impunidad: envía un mensaje devastador para la libertad de expresión en el municipio.

En Almoloya, un funcionario que es además primo del presidente puede amenazar abiertamente a la prensa… y no ocurre absolutamente nada.

La pregunta que arde en Almoloya

¿Hasta dónde llegará Adolfo Solís Gómez con su política de proteger a sus familiares, aun cuando cruzan líneas que ningún gobierno democrático puede tolerar?

Mientras el presidente municipal repite discursos de “orden y progreso”, los hechos muestran un escenario completamente distinto:

desorden administrativo,

soberbia política,

abuso de poder,

intimidación contra quienes cuestionan,

y una estructura de privilegios que hoy ya no puede ocultarse.

Este nuevo episodio coloca nuevamente a Almoloya de Juárez en la mira pública. Porque cuando un gobierno calla ante la amenaza contra un periodista, ese silencio se convierte en una forma de complicidad política.