Por Marino
Almoloya de Juárez, Mexico.- el escenario del absurdo político, Ricardo Moreno vuelve a sorprender: designa como delegado del “Proyecto 21” (en pleno 2025) a Ricardo Quiroz, para un supuesto “Proyecto 27”. La historia suena más a saga futurista que a estrategia real.
El drama no faltó: tensiones internas, desacuerdos y rumores de traiciones, mientras Moreno aún enfrenta el reto de mantener el orden en su propio municipio. Aun así, ya busca extender su influencia hacia territorios vecinos, como si fuera un conquistador moderno.
¿Y el nuevo delegado? Ricardo Quiroz fue presentado con honores, aunque algunos asistentes comentaron que su incorporación parece más producto de las alianzas políticas que de los resultados en servicio público.
Para llenar el evento, diversos choferes y transportistas habrían sido “invitados” —según versiones de los propios asistentes— con una advertencia poco amable: si no acudían, sus líderes les aplicarían una multa de 500 pesos o los dejarían sin ruta. Todo un ejemplo de democracia sobre ruedas, donde el motor de la asistencia parece ser la presión, no la convicción.
Y como broche de oro, Felipe Cristino, actual representante indígena y ex Coordinador del Campo, recibió efusivamente a Moreno, aunque no faltó quien recordara que forma parte del Ayuntamiento de Almoloya. ¿Estará al tanto el Presidente Municipal de estas actividades políticas paralelas? Adolfo Solís Gómez.
Entre los asistentes también se dejaron ver José Stelio López, Sandra Aidé y otros conocidos personajes del escenario político local, cuyo respaldo a este evento dejó más preguntas que certezas.
Lo que prometía ser un evento multitudinario terminó con más camiones que asistentes, más sillas vacías que discursos, y organizadores fingiendo recoger mobiliario para disimular el vacío. Así arranca Ricardo Quiroz su encomienda: con más ruido que sustancia.
Para cerrar el cuadro, camiones y personal relacionados con el Ayuntamiento de Toluca habrían participado en el evento realizado en un municipio vecino. Porque, claro, ¿qué más da si los aplausos vienen de Almoloya o de Toluca? Al final, los votos no se trasladan con transporte oficial.
Eso sí, los asistentes no se fueron con las manos vacías: según testigos, cada participante recibió su respectivo refrigerio.
Mientras tanto, en otro hecho lamentable, una patrulla del Ayuntamiento de Toluca se vio involucrada en un accidente donde perdió la vida un motociclista, recordándonos que la seguridad vial debe ser una prioridad y no una víctima más del desorden institucional.
Lo ocurrido no es solo un evento político más: es un recordatorio de cómo se manipula a la gente con amenazas, multas y promesas vacías.
Los ciudadanos merecen respeto, no coerción disfrazada de apoyo.
