Por: ANDRÉS A. SOLIS ÁLVAREZ
A pesar de su asesinato, Carlos Manzo sigue apareciendo en las investigaciones por el asesinato de Mauricio Cruz, colega periodista en Uruapan, crimen ocurrido un año antes.
Durante todo este tiempo no han avanzado las investigaciones gracias al desinterés de la fiscalía, pese a que existe un protocolo homologado para investigar delitos contra la libertad de expresión, difundido ampliamente por la Fiscalía General de la República.
No sabemos si Manzo tuvo o no que ver con la muerte de Mauricio, pero no debería dejar de investigarse y descartar en todo caso una probable responsabilidad. A Manzo no le gustaba la prensa crítica y mantuvo un enfrentamiento público y directo con varios colegas periodistas de aquella región de Michoacán, a quienes ofendía y amenazaba en público y en privado.
Tras el asesinato del alcalde se han generado nuevas amenazas en contra de una parte de ese grupo de periodistas críticos, algunos y algunas ya cuentan con medidas del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas de la Secretaría de Gobernación, que de inmediato ha dado atención para prevenir agresiones.
Las amenazas no son menores, porque muchas han sido al amparo del anonimato de las redes sociodigitales y son personas que de alguna manera apoyaban al alcalde asesinado.
Nada nuevo, ya en redes sociodigitales había cuentas y perfiles dedicados a ofender y descalificar a periodistas que hacían periodismo crítico contra la gestión de Manzo y por lo tanto no se pueden minimizar.
En Morelia, al menos dos periodistas han sido víctimas de agresiones por parte de policías estatales, durante la cobertura que realizaron por las protestas en contra del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla y en estos casos la comunicación fue más o menos inmediata, pero ha tardado el establecimiento de medidas cautelares a su favor, porque la Guardia Nacional está distraída con otras atenciones en la misma entidad.
La violencia contra periodistas en Michoacán no es nueva, lleva décadas, pero estamos regresando a niveles de hace casi dos décadas, en que varios colegas fueron víctimas de asesinato, de secuestros y golpizas, que fueron desaparecidos sin que hasta hoy sepamos de su paradero o que fueron encarcelados injustamente, acusados de delitos que nunca cometieron.
Mientras en Palacio Nacional regresan al discurso de culpar al pasado de la crisis que vive el país en general y Michoacán en particular, hay que recordar que en aquellos años Michoacán era gobernado por el mismo grupo político que hoy gobierna el país. Fueron los tiempos de Leonel Godoy, hoy diputado federal de Morena; y de Lázaro Cárdenas Batel, hoy jefe de la Oficina de la Presidencia.
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*Periodista, autor del “Manual de Autoprotección para Periodistas” y de la “Guía de buenas prácticas para la cobertura informativa sobre violencia”. Integrante del Consejo Consultivo del Mecanismo de Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas de la Secretaría de Gobernación. Conduce el programa “Expedientes MN”, que se transmite los viernes a las 18:10 h, por la cadena de Meganoticias.
