Por Jorge Cauich Toledano
Hay una gran distancia de tiempo y espacio entre el viejo sofá de mi amada tía Veron, donde leí mis primeros cómics de Los Cuatro Fantásticos, y la butaca de cine donde cualquiera puede disfrutar la cinta dirigida por Matt Shakman: “Fantastic Four: primeros pasos” por 29 ó 30 pesos.
Sin embargo, mis habilidades de niño para leer y poder imaginarme a esta familia de superhéroes palidecen ante la experiencia narrativa de verlos en la pantalla grande. Ya pasaron años, pero la emoción de ver a Míster Fantástico, a la Mujer Invisible, a la Antorcha Humana y a La Mole (su nombre siempre fue Thing y nunca La Cosa) sigue siendo la misma. Sí, todos los que vamos al cine a ver filmes de superhéroes llevamos nuestros mejores ojos de niño.

En la comodidad de la sala de cine, las personas se ríen, se asustan, se emocionan, con toda libertad y desparpajo. Comen palomitas y golosinas y se abstraen. El gran equipo creativo de Marvel Studios ha trabajado para mantener hipnotizada a la gente ante la pantalla. Lo que Gabriel García Márquez llamó la carpintería oculta de las obras literarias también es cierto en el cine. Te hipnotiza como si fueras un niño. Te abobas con las películas, me reclamaban siempre mis dos hermanas.
Y es que “Fantastic Four: primeros pasos” parece estar dirigida precisamente a la generación que leyó sus cómics cuando tenía 10 años. En esa época, los cómics se dibujaban y coloreaban a mano, no por computadora, y era notable la diferencia. Con esta película y su paleta de colores parece que estamos leyendo un cómic de esa época.
Y como en sus mejores historias, además de sus aventuras y sus batallas, la nueva cinta de esta familia cósmica se centra en mostrarnos la lealtad que le debemos a las personas que amamos, la lealtad que debemos recibir de quien nos ama. Hemos viajado con los Cuatro Fantásticos por el tiempo y por el espacio. Afrontamos retos, resolvimos problemas más con la inteligencia que con la fuerza, con enorme voluntad y en equipo.
Como en los cómics, hemos visto maravillas junto con los Fantastic Four. Hemos viajado por las galaxias y hemos vuelto a casa. Gracias, gracias, Cuatro Fantásticos.