ELECCIONES, ASUNTO DE PARTIDOS
ELECCIONES, ASUNTO DE PARTIDOS
Un funcionario del Instituto Electoral del Distrito Federal, pidió a la sociedad no dejar solo a ese organismo en el proceso de los próximos comicios del siete de junio, ya que “si la gente no se involucra y deja solo a este Instituto en estos procesos electorales, entonces se volverá un asunto de partidos y no de ciudadanos”. El funcionario, cuyo nombre no importa, finge ignorarlo o pretende engañar que no se trata de un asunto sólo de partidos, en el que a los ciudadanos nada más se llama para votar, sin que tengan ninguna intervención en todo el proceso electoral, por decisión del propio Instituto Nacional Electoral y de los partidos políticos. En estos días hemos sido testigos de la voracidad con que han solicitado su registro los miles de presuntos candidatos, y el estira y afloja de los dirigentes partidistas, para finalmente llegar a postular a los peores elementos con que cuentan, porque prevalecen los intereses comunes, los que pueden mantener la estabilidad que les permita la permanencia en el juego político.
En todo el territorio nacional se ha presentado la misma situación en todos los procesos electorales, pero ha sido más notable en este 2015, no sólo por el aumento del número de partidos, sino también el de aspirantes, por lo que se ve que la clase política se incrementa, pero con la misma mafia de parentela y allegados a los poderosos. A los aspirantes se les ha llamado chapulines porque brincan de un puesto a otro sin el menor recato, y dejan a medias una chamba para irse a otra. Funcionarios y diputados locales buscan ya otro acomodo, empezando por la diputación federal, que les servirá de trampolín para ocupar puestos mejores. En el Distrito Federal 12 de los 16 delegados políticos solicitaron licencia para buscar una diputación local o federal. Todos ellos son perredistas, mejor conocidos como chuchos, porque son incondicionales del gobierno federal. Ninguno de ellos tiene la calidad moral suficiente como para buscar representar al pueblo en otra posición. Pero no sólo es el caso del perredismo sino de todos los partidos, en los que se ha dado el triste espectáculo del chambismo.
La Confederación Patronal de la República Mexicana lanzó el reto: No Votes por Chapulines en el Distrito Federal, para que la gente no vote por los delegados que pidieron licencia para buscar candidaturas a diputaciones en las próximas elecciones. El presidente de la COPARMEX DF dijo que la gente no quiere que estas personas dejen el trabajo a la mitad y se vayan a otro lado; que muchas de ellas tienen imputaciones de corrupción. Durante el curso de la campaña anti chapulines, dijo, “haremos una agenda mínima de continuidad. Haremos un compendio informativo de lo que se sabe de quienes se quedan en el cargo, lo positivo y lo negativo, para dar a conocer a nuestros asociados y a la ciudadanía sus antecedentes y puedan hacer un voto razonado.” Los partidos políticos “nos ofrecen candidatos reciclados que van de un lado a otro y no a gente fresca, salida de la sociedad, que tenga capacidades y formación, pero sobre todo que no le entre a la corrupción.” El PRD de la capital del país es el que hasta ahora ha dado la mejor muestra de brincar en masa de una chamba a otra.
Hasta el momento, de todos los nombres que se han dado a conocer de los aspirantes a diputados federales, no hay uno que no tenga algún compromiso político oficial, como tampoco lo hay que esté comprometido con la ciudadanía. Pero esto es lo de menos, lo peor es que todos tienen larga cola que les pisen, pero que la saben ocultar muy bien para aparentar ser dignos de la candidatura y de la curul. Muchos ilusos que esperaban algún cambio en este año electoral se han equivocado. Para citar un solo ejemplo tenemos a los precandidatos de Morena, un partido nuevo en el que muchos tenían fe, tal vez sólo por tratarse de una nueva aventura política. Decir que son cartuchos quemados es poca cosa, porque son bien conocidos sus antecedentes, sobre todo de uno, porque fue jefe de la pandilla 22, en la que se enriqueció como todos los que han sido sus dirigentes: Azael Santiago Chepi, que durante su paso por la Secretaría General de la sección 22 magisterial se cometieron los mismos actos de vandalismo que se siguen cometiendo hasta hoy. Supone que la ciudadanía lo ha olvidado y que votará por él, sólo porque cuenta con el apoyo de un partido que aún no ha participado en los actos de corrupción partidista.
El llamado que un funcionario menor del INE hace a los ciudadanos para que se involucren en estos procesos electorales, no deja de ser una broma de mal gusto, porque ya las decisiones las tomaron los dirigentes partidistas, sin siquiera tomar en cuenta la opinión de sus respectivas bases. Si a lo que se refiere es al acto de votar, eso no es participación sino cumplimiento de un deber ciudadano, un deber que no todos cumpliremos, pues hay muchos miles de ciudadanos que ni siquiera acudieron a recoger su credencial de elector en el plazo señalado, según información periodística. Muchos de los que debían renovarla tampoco lo hicieron. Si como se ha comentado, el abstencionismo propicia el fraude, de todos modos se cometerá porque son los partidos políticos los únicos que tienen verdadera voz y voto en los comicios. Los resultados nos darán la razón y nos convencerán de que las elecciones son asunto de partidos.
abelsantiago30336@yahoo.com.mx