Columna: Termómetro Político
¿Quién ganó el primer debate presidencial en México?
“Yo no, pásaselo a él…”
Por: Luis Ignacio M. Lujano Rivera*
Columna: Termómetro Político
Aunque si bien es cierto que la sociedad se ha ido politizando más, por lo menos en las redes sociales, la primera pregunta que haría es: ¿A cuántos ciudadanos les interesó ver el Debate? Luego, ¿Cuántos más prefirieron estar en Facebook o revisando sus redes sociales, porque se dicen, apolíticos? ¿Cuántos más se quedaron a comentar el resultado de los partidos de futbol del Toluca, Pumas, Veracruz y los demás? De los que empezaron a ver el debate, ¿Cuántos abortaron la misión y prefirieron ir a otra cosa, diciendo es más de lo mismo o están diciendo puras tonterías?
Pues para los que se justificaron que no tuvieron tiempo de verlo, ni ver ninguna mesa de análisis, puedo decirles, que los debates generalmente se ve quien realmente lo ganó, con la medición de la encuesta siguiente de los próximos días. Pero para la primera impresión, pueden tomarse en cuenta las siguientes consideraciones:
La primera es que, López Obrador ahora sí acudió y es noticia, porque siempre ha rehuido a acudir a los debates de las múltiples campañas en las que ha participado.
Segunda, que la independiente Margarita Zavala se notaba muy nerviosa y molesta, cuando le hacían cualquier referencia de su esposo el Ex Presidente Felipe Calderón y refrendó enfática, en todas sus intervenciones, que usará todo el poder del Estado contra los criminales, lo que suena a una continuación de la guerra que emprendió Calderón.
El Gobernador del Estado mexicano de Nuevo León, con licencia, quien se hace llamar “El Bronco”, participando también como independiente, se mostró muy seguro de sí mismo, con argumentos poco articulados y sin manejar el tiempo asignado, fue el que hizo noticia, porque prometió que si gana promoverá una ley para, -literalmente-, “cortarles las manos a los ladrones”; imaginen cuántos mancos habrá.
José Antonio Meade, candidato del partido oficialista, estuvo imposibilitado para responder a los múltiples cuestionamientos de honestidad de su Partido y del Gobierno en turno, pues no pudo responder a notorios casos de corrupción. Fue muy técnico, con un lenguaje a veces poco fácil para la sociedad en general, con propuestas bien armadas, pero que sin embargo, sonaron a más de lo mismo.
López Obrador, sin contestar ninguna pregunta, -ninguna-; siempre evasivo y sin presentar propuestas, sólo se dedicó a repetir sus spots con los que ha ido convenciendo a la gente, sin argumentar el cómo hacer las cosas, ni cómo habría de presupuestar sus ofertas; y su punto más incómodo fue cuando Jaime Rodríguez “El Bronco”, dijo que al igual que Margarita regresaría las prerrogativas oficiales y pidió a los demás, que así lo hicieran y pasó primero el oficio para firma a López Obrador y este le contestó, para negarse a devolver el dinero que les dieron a los partidos: “Yo no, pásaselo a él…”; la que sin duda será una nueva frase célebre, como la que alguna vez esculpió Fox al decir “Y yo por qué?”.
Finalmente, Ricardo Anaya, sonriente, supo eludir los ataques que le hicieron por presuntos actos de corrupción; y se notó preparado, pues presentó a cada momento, a cada candidato, cifras, impresiones, gráficos y fotos comprometedoras, para Meade y Andrés Manuel, que sin duda salieron muy descalabrados.
Probablemente, el menos afectado en el debate pudo haber sido Ricardo Anaya, pero usted lo juzgará y todos lo comprobaremos, una vez que se publique la siguiente encuesta, por un lado y finalmente, el día primero de julio, que es el día de la elección, donde conoceremos la decisión definitiva de los electores.
*Consultor Político y Empresarial.