Columna la Mayoría Silenciosa

Uno de los grandes males en las administraciones municipales es el nepotismo, los alcaldes, el cuerpo edilicio y los funcionarios, municipales siempre buscan la forma de violar la ley y las autoridades competentes cierran los ojos, el castigo es selectivo, solo se culpa a los que están en contra del sistema o ya no le sirven al mismo.

Un ejemplo de ello es Toluca, en donde su alcalde, Fernando Zamora debe ser investigado porque es un secreto a voces el beneficio que hace a través de obras, compras y servicios a sus hermanos, el gobierno del estado, la Contraloría, el Órgano Superior de Fiscalización y la Auditoria Superior de la Federación parecen no darse cuenta de los problemas que ocurren en la localidad, pero hay una comercializadora que por cierto hace trabajos muy deficientes que provee todo a la administración.

El gobernador Alfredo del Mazo lo llama su “amigo” en actos oficiales, claro hasta que no se convierta en un impresentable y se le demuestren actos de nepotismo y corrupción. Pero si La Mayoría Silenciosa lo sabe es seguro que su gobierno también, solo que no hace nada para castigarlo. Así es la política los acuerdos prevalecen por sobre la Ley.

El ayuntamiento de Toluca tiene un sinnúmero de casos de nepotismo, empezando por el presidente municipal, Fernando Zamora quien tiene a su sobrina trabajando a su lado, cumpliendo funciones de secretaria particular, su nombre es Luciana Itzel González Zamora, hija de su hermana Roberta Zamora.

Emanuel López Barrera, síndico municipal es hermano de la titular de Derechos Humanos, María Elena López Barrera y ambos son hijos de la senadora, María Elena Barrera Tapia. El tesorero, Alfonso Martínez es esposo de la directora de Desarrollo Social, Irina Reyes Rojas. Al frente de la dirección de Prevención de la delincuencia, se encuentra María López Urbina, quien es hermana de la titular del Instituto de la Mujer, Leticia López Urbina.

Amelia Acacia Cruz Vega, directora de Comunicación Social, tiene a su hermana de Regina Soledad Cruz Vega como Secretaria Técnica del Consejo de Seguridad Publica de Toluca, la cual, dicen, cobra como directora; además el hermano de ambas, Alejandro Cruz Vega, se desempeña como coordinador de Giras, Logística y Eventos Especiales.

Marco Antonio Castañeda Aguilar, quien funge como director de Administración tiene a su esposa Jaqueline Navarrete Contreras como delegada administrativa del Instituto Municipal de la Juventud. Diego Pons Ballesteros quién aparece en el directorio como secretario particular, es sobrino de Yolanda Sentíes de Ballesteros, ex presidenta municipal de Toluca, aunque en realidad sólo cobra porque está para firmar lo que la sobrina de Zamora le ordena.

La directora de Desarrollo Urbano y Movilidad, Karla Erika Vera Sanjuan tiene como jefe de departamento de alineamiento y número oficial en su dirección a su propio hermano de nombre Carlos de Jesús Vera Sanjuan.

Así las cosas, falta ver que hacen las autoridades para castigar los actos de nepotismo que hay en Toluca, la contraloría para empezar no puede cerrar los ojos ante la evidencia tan clara que hoy presenta La Mayoría Silenciosa.

El registro de Vía Radical corre un gran riesgo de mantenerse en el 2018, la cosa se ha puesto más difícil, el partido comandado por Irak Vargas tiene en contra, que su mejor aliado dejó el gobierno estatal con la llegada de Alfredo del Mazo, con la salida de José Manzur su línea política comenzó a dar bandazos.

Otro punto es la división que enfrenta en sus filas, y eso que todavía no comienza la competencia electoral. Para ser más explícitos Juan Montes de Oca operador político del partido desde que era organización, hizo hasta el último intento porque su gente fuera tomada en cuenta, pero la cerrazón y la familia del líder políticos estuvieron por encima de más de 50 líderes en diversos municipios. Montes de Oca ya se encuentra negociando con diversas fuerzas políticas para encontrar acomodo a los líderes que dieron vida a lo que fue Virtud Ciudadana y ahora se ha radicalizado.

En el pasado los errores jurídicos de Irak Vargas y su gente fueron corregidos desde la Secretaría General de Gobierno estatal, pero ahora, la cosa es política y no tiene quien le ayude, por tanto, habría que esperar a ver cómo le va en el 2018.

Si Enrique Vargas del Villar piensa que reelegirse en Huixquilucan será un día de campo está equivocado, la tierra de Alfredo del Mazo será disputada con férreas estrategias, el gobernador no se puede dar el lujo de perder su municipio y muchos menos ante el panorama adverso que tiene el PRI en el país.

Las señales son claras, Alfredo del Mazo prefirió asistir al informe de Edgar Olvera, alcalde de Naucalpan, que al de Vargas del Villar y para nadie es un secreto que son ‘enemigos a morir’. Pero todavía falta ver quién será el operador político del Gobernador para saber que futuro le depara al alcalde de Huixquilucan.

La unción de panistas en las coordinaciones de organización del Movimiento de Regeneración Nacional solo tiene dos tintes, por un lado, la posible negociación del GAP con el PRI para dejarle al camino libre en los 23 municipios en donde se han determinado posiciones, claro tomando en cuenta que hay morenistas en la lista que se dio a conocer, y por el otro, la falta de cuadros que les permitan aspirar al triunfo en esos municipios.

Para nadie es un secreto la habilidad negociadora de Higinio Martínez, por lo tanto, posicionar cuadros panistas en decadencia y que han obtenido pobres resultados en anteriores elecciones se hace con total conocimiento de causa o entreguismo, pero lo más lamentable es que Morena pierda su naturaleza ciudadana, misma que había tenido resultados aceptables en varios estados, incluyendo el Estado de México o Veracruz con ciudadanos poco conocidos, pero que fueron bien aceptados por La Mayoría Silenciosa.