Ingobernabilidad va sobre la verdad de AMLO
**Silvano Aureoles posible relevo en el PRD, Cristian Campuzano se va**
**Pancho Domínguez paga deuda y se pone en la mira del 2024**
Durante su tercer informe de gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador siguió con su indiferencia ante la ingobernabilidad y las masacres que se siguen suscitando en el país; esto se suma a su obsesión por confrontar a los periodistas (como si nosotros tuviéramos la culpa de su mal gobierno o de los males del país). Lejos de ser autocrítico, Obrador aseguró que los grupos delictivos ya estaban cuando llegó; que no les ha declarado la guerra, pero los ha enfrentado con otros métodos más humanos y eficaces; que la incidencia delictiva va a la baja; que no hubo masacres y que en casi todos los estados las agresiones contra candidato fueron pocas.
Sin duda, como ha pasado con anteriores presidentes -ya lo perdimos- no sabemos de qué país está hablando, porque en México, La Mayoría Silenciosa, se ha cansado de esperar gobiernos sensibles ante la problemática que vivimos a diario en las calles, en nuestras colonias, estados y el país. Obsesionado con tener la razón, López Obrador no se ha dado cuenta de la necesidad que tenemos de resolver varios problemas, en lugar de confrontar a los periodistas o dar una conferencia todas las mañanas.
Hace unos días, López Obrador destacó el buen comportamiento de los grupos criminales durante las elecciones, apenas terminaron y los narcotraficantes regresaron a su comportamiento normal, demuestran lo que el presidente quiere ocultar, la ingobernabilidad que vive el país.
Seis balaceras en las últimas semanas con 66 muertos, en los estados de Tamaulipas, Zacatecas, Guanajuato y Villahermosa, precisamente en el penal del estado donde es originario, el caso de Reynosa más lamentable que los demás, muchos de los muertos fueron civiles y cada día más gente inocente se suma a los daños colaterales del derramamiento de sangre que hay en todo el país. Y hoy afirma que no hubo masacres.
En un México que necesita mano firme y la fuerza del Estado, López Obrador no puede darse el lujo de felicitar a los grupos delictivos porque se portaron bien durante la elección, es inaceptable que haya más muestras de respeto hacía los delincuentes que a sus adversarios políticos o a los padres de niños con cáncer que demandan un buen servicio.
Su mensaje a los narcos es una muestra de debilidad más que de buenas intenciones, demuestra más el miedo que le tiene a los grupos delictivos.
Por más que grite a los cuatro vientos que en México hay gobernabilidad, las matanzas demuestran lo contrario, Obrador miente o ignora que los grupos delictivos son dueños de muchas zonas en México, no hay un estado del país que no tenga una zona en manos del narco o a un grupo delictivo, ya sea que se dediquen a traficar personas, a la prostitución, a la venta de drogas o a la extorsión. Para muestra un botón, los aguacateros de Michoacán que se han cansado de ser extorsionados y amenazados por los grupos delictivos y deciden protegerse ellos mismos, porque los métodos que presume el presidente no han sido ni humanos ni eficaces.
En las calles los inocentes viven con temor, se supone que el Estado tiene el uso exclusivo de la fuerza, pero presidente tras presidente se niegan a ejercer su facultad, los grupos delictivos hacen y deshacen a su antojo, mientras la autoridad es una espectadora nada más. Muchas zonas vuelven a disputarse entre grupos delictivos sin que la autoridad haga algo para evitarlo y todos los muertos mencionados antes fueron en una masacre, las que niega el presidente.
Pero, si la actitud complaciente e indiferente de Andrés Manuel López Obrador raya en lo ofensivo, en los estados las cosas no son diferentes, los gobernadores no quieren enfrentar a los grupos delictivos, no tienen una estrategia, no sienten el respaldo del Ejecutivo federal y se ven en desventaja en número y armamento con los delincuentes. Por supuesto no van a enfrentarlos, prefieren seguir el ejemplo de los presidentes, no ven ni oyen lo que pasa en su estado.
En el PRD
En el Partido de la Revolución Democrática se viven tiempos de cambio, el análisis post electoral no los dejó nada contentos, en cuanto termine la evaluación se espera el relevo de dirigentes en lo nacional y el Estado de México, Alternativa Democrática Nacional y Vanguardia ya iniciaron las pláticas para proponer la sustitución de “Los Chuchos” así como de Cristian Campuzano en tierras mexiquenses.
Omar Ortega y Héctor Bautista ya iniciaron las pláticas para convencer al todavía gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles para tomar las riendas del PRD, buscan una reestructuración que los regrese a las grandes ligas y dejar de estar jugándose la vida elección tras elección. En el PRD mexiquense todavía no se sabe quién será el relevo, pero los grupos mayoritarios están de acuerdo en que es necesario un cambio, acusan al dirigente Campuzano de abandonar el partido y haber dedicado 4 días de la semana a la campaña de su mamá en el Sur del Estado. Y al igual que “Los Chuchos”, ya no cuenta con la representatividad de las mayorías.
En Querétaro
El pago de la deuda pública por parte del gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez Servién, demuestra que sí se puede llevar a cabo un buen gobierno y al mismo tiempo tener finanzas sanas, el gobierno panista es un ejemplo para que muchos estados hagan lo mismo y dejen de hacer mal uso de los recursos públicos, dejen de gastar dinero en nómina innecesaria, mejoren la seguridad, los servicio al tiempo de atraer inversión extranjera que los ayude con el problema del desempleo.
La buena administración de Querétaro pone al gobernador Pancho Domínguez en la antesala del 2024, sería una lástima que Acción Nacional no lo mantenga en el ámbito político, porque su actuar puede ser ejemplo en el país y ayudaría a ganar simpatías ante La Mayoría Silenciosa.